Valencia Noticias | Agencias.- El ministro adjunto de Finanzas griego, Dimitris Mardas, ha anunciado que los bancos abrirán el próximo lunes y permitirán una serie de operaciones hasta ahora restringidas por la imposición del corralito, que dura ya 19 días.
En una entrevista en la televisión privada Skai, Mardas explica que la apertura de los bancos no implica el levantamiento de todas las restricciones, pues mantiene el límite para las retiradas de efectivo en cajeros automáticos en 60 euros diarios.
En cambio, los ciudadanos podrán tener acceso a los depósitos a plazos, es decir, podrán cancelar una cuenta de este tipo y utilizar parte o todo el dinero para pagos por transacciones electrónicas o en ventanilla, solo si son dentro de la misma entidad, según la web de rtve.
También se podrán cobrar cheques y, desde este viernes, se podrán abonar aquellos que vencieron durante los diez días laborables en que han estado cerrados los bancos. El pago mediante cheque es muy habitual en el comercio griego, que durante este tiempo de cierre de las entidades no ha podido depositar este dinero en las cuentas.
Los padres que tengan hijos estudiando en el extranjero podrán mandarles hasta 5.000 euros por trimestre. “Las transacciones al extranjero podrán tener lugar solo con tarjetas bancarias. Si alguna empresa extranjera no acepta las tarjetas griegas es otro tema, pero creo que a partir de lunes este problema no existirá”, indicó Mardas.
El ministro adjunto precisa que a partir del lunes, la retirada de efectivo podrá realizarse acumulativamente para evitar colas, con un máximo de 300 euros cada cinco días hábiles. Las personas que tengan cajas fuertes en las oficinas bancarias también tendrán acceso completo a ellas.
Los bancos griegos permanecerán cerrados hasta el próximo domingo, según el último decreto publicado este jueves por el Ministerio de Finanzas, y se mantiene el límite de retirada en 60 euros al día y en 120 euros el máximo semanal para los pensionistas y desempleados que solo tienen cartilla.
Por otro lado, algo más de un millar de sucursales abiertas gestionan también el pago de cuotas y créditos de todo tipo, como deudas al Estado o a empresas públicas, a los fondos de pensiones estatales o a seguros privados.
Además pueden realizarse en taquilla transferencias dentro de una misma entidad bancaria, operaciones que hasta este miércoles podían efectuarse solo telemáticamente.
Se mantienen sin cambios todas limitaciones en las transferencias al extranjero que no han sido autorizadas por una comisión especial, y que se limitan a operaciones comerciales de primera necesidad.
Esta comisión se ha reunido once veces entre el 29 de junio y 13 de julio y ha examinado 2.639 peticiones de transferencias al extranjero, de las cuales ha aprobado 909.
Las transacciones permitidas hasta esta fecha suman un total de 819,9 millones, de los que 22,9 millones corresponden a gastos médicos y compras de medicinas, 59,8 millones a alimentos, materias primas, material de empaquetado y comida para animales, y 195,8 millones a importación de petróleo.
El decreto llega después de que el Banco Central Europeo haya decidido aumentar la línea de emergencia a los bancos griegos en 900 millones de euros, hasta rozar los casi 90.000 millones.
La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, estima que el proceso de negociación de las condiciones del tercer rescate de Grecia durará “al menos cuatro semanas” y advierte de que “no será un camino de rosas”.
Antes de conocer la decisión del fin del corralito, la consideraba “algo probable”, tras el movimiento del BCE en una entrevista en Europe 1. “La medida fue tomada por las autoridades griegas y fue absolutamente necesaria”, defiende Lagarde, y añade que la reapertura de bancos en Grecia puede tener un “efecto tranquilizador”.
Por su parte, el presidente de la Cámara de Industria y Comercio de Atenas, Kostas Míjalos, ha pedido por carta la normalización cuanto antes del sistema bancario ya que 4.500 contenedores están bloqueados en las aduanas, pues las empresas importadoras no pueden pagar sus pedidos. El cierre de los bancos ha impedido realizar transacciones por 6.000 millones, que normalmente se abonan con cheques.