Valencia Noticias | Redacción.- Tras el cambio que está suponiendo internet en los negocios, nos encontramos con un problema, como clientes, a la hora de buscar un servicio. Los despachos que aparecen en las primeras posiciones de los buscadores, que son los que captan la mayor parte de los clientes que buscan este servicio de manera online, no tienen por qué ser los más adecuados para el cliente concreto.
![Los clientes que busquemos despachos por el canal online debemos cuidar que no sean meros intermediarios.](https://valencianoticias.com/wp-content/uploads/2018/05/Los-clientes-que-busquemos-despachos-por-el-canal-online-debemos-cuidar-que-no-sean-meros-intermediarios..jpg)
Es importante resaltar que el sector del ejercicio profesional de la abogacía es, y ha sido tradicionalmente, un sector tremendamente rígido e inmovilista. Por tanto, el interés de ampliar el espectro de búsqueda de clientes a internet (actualmente, la principal fuente de búsqueda de bienes y servicios para los consumidores), no era un tema que preocupase a los despachos de abogados. Sin embargo, desde hace unos años parece que el sector empieza a despertar de su letargo y comienza a entender el potencial real que, sobretodo en un futuro a medio plazo, puede tener internet en su cartera de clientes.
En este sector el negocio de la captación de clientes ha ido por delante de la capacidad de los propios despachos de calidad de asumir el cambio. Por esta razón nos encontramos con empresas intermediarias especializadas en marketing online que han ‘tomado posiciones’ en las palabras clave más importantes relacionadas con el derecho y que han hecho desaparecer a los despachos que aportan verdadera calidad y profesionalidad en su trabajo. Todo por una comisión que terminan soportando los propios clientes.
Cada vez son más las personas que someten cualquier tipo de decisión que deben tomar al arbitrio de los motores de búsquedas online. Según el Instituto Nacional de Estadística, un 72,4% de las mujeres y un 76,1% de los hombres españoles buscan información sobre bienes y servicios en internet. Esta operativa potencia la creación de un hábito de búsqueda y comparación de productos y servicios en internet. Lógicamente, son las personas jóvenes quienes se han unido antes a esta práctica, sin embargo, muchos despachos de abogados se han dado cuenta que éstos serán sus potenciales clientes mañana, por lo que merece mucho la pena explotar esta vía.
Entrando más profundamente en la materia parece que, por fin, podemos afirmar que el ‘marketing online’ ha llegado al ámbito del ejercicio profesional de la abogacía, aunque quizá demasiado tarde. Por esta razón muchos despachos de abogados, que han visto cómo sus clientes potenciales están depositando su confianza en meros intermediarios o, sencillamente, en los despachos más grandes -pero no por ello los mejores-, están uniéndose para que realmente sean los despachos de calidad los que aparezcan en primeras posiciones. Los primeros movimientos de unión de esfuerzos entre despachos, como el que está sucediendo en el caso de los despachos de abogados de Alicante, es un ejemplo de ello.
Por todo esto, a la pregunta de si los despachos de abogados posicionados en las primeras posiciones de los buscadores online son los mejores, los clientes que busquemos despachos por el canal online debemos cuidar que no sean meros intermediarios los que encontremos en las búsquedas, sino verdaderos despachos -o uniones de varios que intentan posicionarse correctamente- que nos ofrecen un servicio de calidad. La mejor manera para identificar un intermediario que solo cobra comisión es ver si en la página que visitamos -y que nos ofrece presupuestos relacionados con el sector de la abogacía- facilita con total transparencia el contacto con los despachos de abogados que se anuncian -su nombre, dirección y número de teléfono-.
Evidentemente, esta circunstancia en cualquier otra esfera del marketing y la captación de clientes sería algo totalmente impensable, pues el poder de captación, presencia en los medios de comunicación y, por supuesto, la imagen de marca que poseen los grandes despachos es algo a todas luces inalcanzable para unos pequeños y medianos despachos que, eso sí, disfrutan de un ámbito de actuación mucho más localizado.