Juan Ferrer. Economista y ex concejal socialista del Ayuntamiento de Valencia
Las declaraciones de hoy, del presidente del Gobierno y del Partido Popular, Mariano Rajoy, en el congreso de los populares vascos, señalan la realidad de la política de estado del PP en su versión actual. Rajoy a reiterado su respaldo al pacto inicial entre PSE y PP para que un lehendakari españolista asumiera la presidencia vasca, al tiempo que una mayoría españolista se hacía cargo de la gobernación vasca.
Muchos pensaron que era un pacto contra natura, y muchos pensamos que era la oportunidad para arrinconar las políticas euskaldun, a veces instaladas sobre derechos irreprochables, y otras, como entonces, sobre oportunismos inaceptables.
Una mayoría que desvinculara al PNV de su papel de rehén de la radicalidad abertzale, era una buena noticia. El PNV podría reencontrar su camino libre de sus propios radicales (Arzallus, Egibar) y recuperar un espacio que desde Ibarretxe, el PNV había cedido voluntariamente a los radicales euskaldunes, incluso gobernando en minoría, una minoría que dependía de la presencia o ausencia de éstos en el hemiciclo del parlamento vasco.
Cuando Basagoiti declaró finiquitado el pacto de legislatura con el PSE, pensamos, supongo que todos, que era debido a que el Lehendakari López obstaculizaba con sus recursos de constitucionalidad las medidas del gobierno español de Rajoy. Lo que no podíamos pensar es que apenas 24 horas después, el propio Basagoiti, cuya serenidad en el tema y talento real para administrarlo, iba a reconocer abiertamente en una cadena de radio.
Las declaraciones de Basagoiti son de una transparencia pasmosa: “no le dimos el gobierno al PSE para combatir al Gobierno de España”, mas o menos “dixit”.
Y tiene razón, Basagoiti es un político regional y tiene su horizonte regional y su limitación del horizonte/escenario, cuando irrumpen “sus nacionales”.
Y ante el despliegue de “sus nacionales”, Basagoiti capitula.
Lo malo, lo peor, lo terrible, es que hoy Rajoy asume como propia la política provinciana de Basagoiti. Rajoy declara que apoya la actual decisión del PP vasco como en su día apoyó la anterior.
En otras palabras. Rajoy dice que la política de Estado, entonces, era aislar a los euskaldunes y al PNV para que se distanciara el centro de la política de estado del que la propia ETA articulaba y vinculaba a la cuestión vasca, mientras que ahora dice que eso ya no es importante, y lo crucial son las medidas de ajuste.
Nadie niega que las medidas de ajuste sean centrales en la política española, como central es la forma, ritmo y criterio con el que se aplican, o si se prefiere, también es central quienes deben soportarlas mas intensamente.
Lo terriblemente nuevo es que la cuestión vasca y ETA ya no son centrales.
Tal vez el PP nos ha engañado siempre y para ellos ETA mas que un problema de estado ha sido, permanentemente, una ventaja, de ventajistas, en la política de Estado.
Rajoy, el PP vasco y español, Basagoiti y Cía, hoy se han manifestado a la altura de lo que suponíamos que eran pero no podíamos afirmar con solvencia, unos oportunistas de todos y cada uno de los problemas de España, en beneficio de su estrategia electoral.
La posición de Rajoy-Basagoiti devuelve a Batasuna y al PNV a las posiciones de las legislaturas de Ibarretxe_Batasuna. Entre tanto Urkullu y Josu Jon Imaz se han sacrificado, los hemos sacrificado, junto con sus seguidores, para nada.
En otros términos, la política de Merkel y Sarozy en lo económico, vía debilidad mental de los dirigentes del PP español, se ha transformado también en la política antiterrorista española. Los mercados protegen a ETA.
VLCCiudad/Redacción.