Los refrescos y otros alimentos que envejecen No solo el paso del tiempo o el sol aceleran el envejecimiento de la piel, sino también algunos de los alimentos o productos que se comercializan, supuestamente, para ayudar a rejuvenecer nuestro organismo.
En algunas ocasiones, el contenido de un ‘producto rejuvenecedor’ puede producir el efecto contrario, pero también algunos productos que normalmente están en nuestras neveras pueden ser, sin saberlo, otros factores que deterioran la piel. A continuación les presentamos algunos de ellos, según el portal ‘Crítica‘
Los azucares. Puede sobrecargar lo que se conoce como ‘la senda de la insulina’, que afecta los vasos sanguíneos y acelera el envejecimiento cutáneo produciendo un tono apagado e hinchazón.© Wikimedia
La sal. El exceso de este elemento hace subir la presión sanguínea, algo que disminuye la producción natural de colágeno y produce flacidez, descolgamiento y efecto apagado.© Wikimedia
El café. Abusar de esta bebida puede acelerar el proceso de envejecimiento. Deshidrata el cuerpo y, con él, la piel, así que puede provocar que se pierda lustre y luminosidad, por no hablar de que un cutis deshidratado es más proclive a la aparición de arrugas.© Wikimedia
El alcohol. Deshidrata la piel y, a la vez, favorece la hinchazón en los ojos y la aparición de bolsas.© Wikimedia
as carnes rojas. Su alto contenido en carnitina (presente en su proteína) puede producir envejecimiento cutáneo prematuro porque endurece los capilares.
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Los conservantes presentes en la carne. Los embutidos de baja calidad de origen industrial contienen sulfitos, que contribuyen a acelerar el envejecimiento y producen alteraciones como la rosácea e inflamaciones en la piel.© Wikimedia
Los refrescos azucarados. El consumo de bebidas gaseosas y azucaradas acelera la velocidad a la que las células del cuerpo envejecen.© RIA Novosti
Los carbohidratos simples. Harinas refinadas, pasta blanca, etc., favorecen la ruptura del colágeno y la elastina en la piel y en los músculos, lo que puede provocar una piel menos flexible, más frágil y con más arrugas.© www.golosscience.com
Los alimentos picantes. Dilatan los vasos sanguíneos y favorecen que se rompan, que aparezca la rosácea y que la piel manifieste su peor aspecto.
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Las grasas trans. Son las grandes enemigas de cualquier dieta saludable y están presentes en los alimentos procesados. Estas aportan calorías vacías y taponan las arterias, haciendo que se pierda la elasticidad de la piel.© ohsonline.com