Valencia Noticias | Manon Campos.- El número de personas desplazadas en Irak a causa de la violencia del grupo extremista Estado Islámico (EI) y de los combates, ha superado los 3 millones, según informó Naciones Unidas.
La declaración de la Organización Internacional de Migraciones (OIM) agrega que algo más de 3 millones de personas han sido desplazadas entre enero de 2014 y el 4 de junio, en 18 provincias iraquíes.
La OIM declaró que la mayoría de los desplazados provienen de la provincia de Anbar que fue tomada el año pasado por el EI. Los combates en Anbar se han intensificado desde hace unos meses con el ejército iraquí que intenta arrebatar el territorio, apoyado por los EE.UU.

Al menos el 45% de los desplazados de Anbar huyeron hacia Bagdad, mientras que el 35% viajó a otros sitios de la provincia.
Irak está agobiado por la violencia desde que el Estado Islámico entró por primera vez a Anbar a finales de 2013, entre violentos combates con las fuerzas de seguridad del país que obligaron a cientos de civiles a abandonar sus casas.
Más de 276.000 personas fueron desplazadas entre abril y junio al arreciar los combates en la capital, Ramadi, que finalmente cayó en manos del Estado Islámico, según señaló la OIM.
La OIM indicó que más de 2 millones de los desplazados están acogidos en viviendas privadas frente a más de 638.000 en refugios, y entre ellos se encuentran distintas minorías religiosas como católicos, yazidíes y musulmanes chiítas.
La semana pasada, más de 1.500 habitantes de Tikrit, a 130 kilómetros al norte de Bagdad, regresaron a sus casas después de que fuerzas de seguridad iraquíes erradicaron de la ciudad al EI, pero este número es poco frente a los 150.000 que habitaban allí antes de la llegada del EI.
Las autoridades iraquíes han advertido que aun cuando arrebatan una ciudad al EI, requieren tiempo para reconstruir las infraestructuras y casas destruidas y deben asegurarse de que el suministro de agua y electricidad funcionan correctamente.
Este mes se cumplió un año desde que EI proclamó su califato en territorios de Irak y Siria e impuso la violencia y el terror para controlar a la población, reconfigurando el mapa de la región.