Valencia Noticias | Javier Furió. Fotos: Lázaro de la Peña / VCF.– El partido de este mediodía en Mestalla se ha decidido en dos acontecimientos que, combinados, han dado como resultado el pírrico 1-0 con que los de Nuno han solventado el envite ante un indolente Getafe que solo despertó de su letargo a ráfagas, y siempre como consecuencia de errores de la defensa valencianista. El primero, la jugada más tonta de la jornada que acababa con el penalti que, eso sí, ejecutaba sin pero alguno el ariete valencianista, Negredo; el segundo, un pase de la muerte azulón en el área de Alves que, milagrosamente, no acababa en el tanto del empate, en el fatídico minuto 90. Mestalla se santiguaba al salir para terminar de disfrutar este domingo.
Buena temperatura, a pesar de que un cielo nublado cubría Mestalla desde primeras horas del domingo, ayudaban al buen ambiente previo en los aledaños del estadio a pesar de la hora, lo que hacía presagiar, como así fue, que la afición valencianista responde, como tiene a bien ser su costumbre, para dar su apoyo a los de blanquinegre. Más de tres cuartos de entrada, así a ojo de buen cubero, respaldaron al once valencianista desde la grada.
Nuno sacó un once formado por Alves en portería, bien guardado por Mustafi y Otamendi; Gayá y Barragán por las bandas; Javi Fuego por delante de la defensa, con el ‘capi’ Parejo y Enzo Pérez completando el centro del campo valencianista; Piatti en el extremo izquierdo y De Paul -la gran novedad en la alineación titular- acompañando a Negredo, como único punta. Llamaba la atención la ausencia de Rodrigo, que se quedaba en el banquillo junto con Yoel, Cancelo, Filipe Augusto, Orban, Feghouli y el canterano Tropi. Lo del argelino ya viene siendo norma, pero lo de Rodrigo, quinta marcha del motor valencianista junto con el argelino. La segunda parte lo demostraría.
Quique Sánchez Flores volvía a Mestalla como entrenador de un Getafe que salió al césped con Jona en portería; Naldo y Velázquez en la defensa; Alexis y R. Lago por las bandas; J. Rodríguez y Lacen por delante de la defensa; Sarabia y D. Castro en los extremos y Sammir por detrás del punta, Álvaro.
El cuadro local salió con la intensidad acostumbrada, creando a las primeras de cambio la primera ocasión de gol seria. Esta vez, y esto se repetiría durante todo el partido, la pelotita no entró. El Valencia CF colocaba como única referencia en ataque a Negredo, con Piatti y Gayá sirviéndole balones, pero al 7 valencianista sencillamente no le llegaban balones y cuando le llegaban, había cuatro azulones encima literalmente de él. El ‘Geta’ mientras tanto, con el síndrome Mestalla, esto es, a ver por dónde le caían las ‘tortas’.
Salvo un disparo lejano de Rodríguez, el Getafe no era capaz de hilar dos pases seguidos. El Valencia CF hacía circular el balón con bastante criterio y, aunque el pequeño Piatti se curraba arriba las llegadas, el balón no acababa donde debía: en la cabeza o los pies de Negredo.
En el minuto 12, tal y como estaba previsto, Mestalla coreaba aquello de “Tebas, vete ya”. Acabado el minuto 12, aplauso generalizado por el gesto y a seguir el partido. Se repetiría en el minuto 12 de la segunda parte. Que no se diga que el valencianismo no está ahí cuando se le necesita.
Parejo estuvo durante todo el encuentro bastante impreciso en los pases y hasta en la posesión del cuero, quitándole el rival el esférica demasiado fácilmente. Parecía estar en otro planeta el capitán. Menos mal que la línea de contención, o sea, Javi Fuego, hacía su trabajo a las mil maravillas. En la segunda parte, como luego se verá, tuvo que ser retrasado para que el Valencia CF pudiera coger buena circulación de balón en ataque.
Sobre el 20 Gayá hizo la primera combinación con su acostumbrado talento, pero no le devolvían bien la pared en ese maldito último pase y casi se salía del campo intentando rematar. Lástima.
Antes de la primera media hora, Alves daba el susto teniendo que se atendido por las asistencias por un golpe en la zona lumbar. Mestalla tragaba saliva porque si el ‘cerrojo’ nos fallaba, ojo…
El Valencia CF insistía por la banda de Piatti pero no encontraba al rematador en los centros. El árbitro, que no fue precisamente un cúmulo de virtudes arbitrales durante el encuentro, podría haberse comido un penalti a Negredo, que era claramente empujado dentro del área cuando iba a rematar un centro desde la izquierda. Esto también nos suena. La corpulencia del delantero valencianista parece un handicap a la hora de que le señalen los penalties. Habrá que decirle a Álvaro que se encoja un poco.
González González se enseñaba amarilla a Barragán por simular penalti en una internada en el área por la derecha (casi la única que se había visto hasta el momento). Mestalla protestaba. Es la quinta del canterano y no podrá estar en el próximo encuentro de Liga.
Y más que se enfadó la parroquia cuando poco después, el balón pasaba de lado a lado por el área pequeña del Valencia CF sin que ni siquiera nadie intentara alcanzarlo. Ése era todo el bagaje que tenía el Getafe, contra el que se seguía, no obstante, 0-0. No funciona el último pase, el balón no le llega en condiciones a Negredo, que parece el hombre de la máscara de hierro, custodiado por hasta tres hombres. Pero es que este Getafe no parece poder ganar ni a las chapas, indolencia absoluta.
Pasado el minuto ’37, Enzo Pérez veía la tarjeta amarilla por una entrada por detrás en el centro del campo. También se perderá el próximo partido. Otra cosa no, pero rapidez en completar el ciclo de cinco tarjetas, este chico sí que ha demostrado.
Pero justo a continuación, a punto estaba de ver puerta Negredo en una jugada de carambolas, aunque lo que ha visto el punta valencianista fueron las estrellas al impactar cabeza con cabeza con el guardameta azulón, Jona. Nada, un poquito de picor y a jugar.
En los últimos minutos del primer tiempo el Valencia CF apretaba el acelerador y mantenía al Getafe encerrado en su campo, con varios saques de esquina pero lo dicho, sin la precisión necesaria que le diera a Negredo la oportunidad de disparar en dirección a la portería.
Con la vista puesta en los vestuarios, De Paul estaba a punto de liarla al ganarle la espalda a la defensa azulona, pero su servicio a Negredo la interceptaba con la punta de los dedos el portero del Getafe. Lástima. Con esta jugada prácticamente, el de amarillo (que no de negro) mandaba a todo el mundo a los vestuarios.
Durante el descanso, el club le daba a Mestalla la anécdota simpática de la mañana: Por San Valentín, el VCF le entregaba una camiseta a Jesús, un aficionado valencianista que aprovechaba la ocasión para declararse a su novia ante todo el estadio. “¿Te quieres casar conmigo?”. La chica le respondía que sí y Mestalla aplaudía a rabiar. Amor valencianista en estado puro, sí señor.
El Sol hacía acto de presencia en el cielo de Valencia sobre Mestalla, dejando atrás las nubes. El graderío se preguntaba si Nuno sería capaz de alumbrar a los suyos y el equipo propietario de este templo del fútbol empezaba a ver más claro el camino a la portería contraria, porque así como el rival había demostrado una candidez sin límites, los de Nuno habían derrochado desgaste físico a raudales sin el debido premio.
Salían los once valencianistas y no observábamos ningún cambio en el Valencia CF. Los mismos males. Que Parejo siguiera sobre el césped podía responder a temas relacionados con los galones, pero el inédito Enzo, con una tarjeta amarilla además, clamaba al cielo.
Lo dicho. El primer remate a puerta lo hacía el voluntarioso -que no certero- De Paul desde fuera del área y, por cierto, bastante desviado. Fluía algo más el balón y algo más cerca del área azulona -algo habría dicho el entrenador luso del VCF en el descanso-, pero seguía faltando el último pase.
En éstas, por si hubiera pocas dudas, la primera jugada del Getafe llegaba con peligro serio para el marco que defendía Alves. Mestalla se asustaba y se escuchaban los primeros silbidos, porque no era un derroche de ingenio azulón, sino un abanico de errores en defensa de los valencianistas la que provocaba la ocasión foránea. La Curva Nord coreaba, animada con palmas por el resto de la grada, el consabido “Valencia, échale huevos”.
Como espoleada por su afición, el Valencia CF fabricaba a continuación quizás la ocasión más clara hasta el momento para los locales, con un remate de cabeza a bocajarro de Negredo que se iba inexplicablemente al palo izquierdo de la portería azulona.
Tras cumplir la grada con el segundo “Tebas, vete ya”, una oportunidad de Javi Fuego en el área azulona con todo el Getafe por los suelos, no entraba por tener el muchacho el punto de mira desviado. En éstas entraba Feghouli para, con su rapidez legendaria, buscar ese pase que permitiera a Negredo -o a quien fuera- inaugurar el marcador. Bien visto por Nuno, aunque a juicio del entendido, veinte minutos tarde.
Parejo la perdía por enésima vez. No estaba fino hoy el capitán del Valencia CF. Por cierto, Enzo Pérez sabe disparar a puerta, lo hacía en el minuto 65, pero se iba fuera por poco. El remate del argentino era el canto del cisne, porque poco después era sustituido por Rodrigo, el gran ausente hasta el momento.
Y llegaba el minuto 69: Quizás la jugada más tonta del partido, en la que el Valencia CF ya había perdido el balón y la defensa azulona se hace un lío monumental, acababa en penalti sobre Negredo, que ejecutaba él mismo magistralmente. Menos mal.
Se retiraba, como decíamos, Enzo Pérez y entraba Rodrigo. Nuno intentaba arreglar así, sin sacarlo del campo, la mañana aciaga de Parejo, al que retrasaba a tareas de contención con Javi Fuego y dejaba para la creación de uego de ataque a Rodrigo, como escudero de Negredo y Feghouli, que intentaba hacer daño por la banda.
Y vaya que si lo hizo, el argelino. Un vendaval desde el momento mismo en que pisaba verde. Entrega, pundonor, estar a lo que se está y velocidad convencieron a una grada que agradeció la entrada del ‘cacahuete’ del Valencia CF. Nada más entrar, en una internada suya digna de Mundial por banda derecha, se metía hasta la cocina para darle el pase de la muerte a Rodrigo y éste, ante la desesperación de la parroquia, la mandaba a las nubes, cuando tenía todo para marcar el segundo.
Siguiente jugada, Feghouli se pega una carrera de las buenas para habilitar a Rodrigo, que cede a la izquierda y el remate de cabeza de Rodrigo se sale por poco. Segunda que perdona el 17 del Valencia CF. Qué peligro está llevando la electricidad del Valencia CF con Feghouli sobre el césped.
Feghouli hacía poco después el pase de su vida a Parejo que se quedaba solo ante el portero para que éste…, la fallara, claro. Hoy no era su día y pedía el cambio a gritos. Pero Nuno, quizás por coherencia cuando le dio galones, no lo cambió. Pero cómo está el argelino. Llama a la titularidad claramente, el ‘cacahuete’ del Valencia CF.
Parejo hacía poco desués su primera jugada bien: rechazar con sus posaderas un disparo del rival en la frontal del área. Qué se le va a hacer. Pasaba con aquel torero, Curro Romero, que para ver la corrida buena, había que verle también las malas.
Rondando el minuto 90, el síndrome del último suspiro se adueñaba de Mestalla cuando el Getafe a punto estuvo de empatar con un pase de la muerte desde la banda izquierda azulona que Álvaro, con la puerta vacía, no llegaba a meterla por milímetros. Mestalla silbaba por el susto.
Pero no hubo disgusto. El pobre Gonzáleza al cuadrado marcaba el camino de los vestuarios y el Valencia CF, al menos, se llevaba otros tres puntos, tan necesarios, al bolsillo. Para hacérselo mirar, lo del enganche entre los extremos y la delantera, como también la titularidad, para nosotros indiscutible, de Feghouli y Rodrigo.