El próximo 29 de julio, de 11 a 13 horas, un grupo de activistas de València Animal Save, en colaboración con World Animal Protection España y Océanos de Vida Libre, llevará a cabo una protesta silenciosa frente al Oceanogràfic de Valencia. El objetivo principal de la protesta es informar a los visitantes sobre el sufrimiento que padecen los animales en cautiverio que viven allí encerrados, especialmente los delfines que son explotados en espectáculos para el entretenimiento turístico.
En plena temporada alta, miles de turistas acuden al Oceanogràfic de Valencia sin conocer completamente el impacto negativo que puede tener en el bienestar animal. Durante estas fechas, los 18 delfines en cautiverio del Oceanogràfic son sometidos a jornadas maratonianas de espectáculos, pasando de ser explotados dos veces al día a ser utilizados para hacer piruetas hasta en cuatro ocasiones diarias.
Las organizaciones convocantes de la protesta denuncian que los delfines en cautividad no son “embajadores” de su especie en libertad, como afirma el Oceanogràfic, sino que son esclavos que viven en pequeñas peceras sin poder realizar sus hábitos naturales específicos. Además, España lidera la lista de países en Europa con más delfines en cautividad, y el Oceanogràfic encabeza la lista con 18 delfines encarcelados en sus instalaciones.
La protesta busca detener la cría de delfines en cautiverio y plantear un cierre progresivo de los espectáculos, con la esperanza de que esta sea la última generación de delfines viviendo en cautividad en el país. Se pretende concienciar a los turistas para que no contribuyan con su entrada a perpetuar el sufrimiento de los animales salvajes que viven en cautividad.
El llamado a la acción cuenta con más de 44,400 firmas de respaldo, y se espera que más personas se sumen a la causa para poner fin a la explotación de los delfines en el Oceanogràfic y en otros lugares similares. La protesta busca sensibilizar a los visitantes y generar conciencia sobre la importancia del bienestar animal y el respeto por los animales en su hábitat natural.
La lucha por el bienestar animal es una responsabilidad compartida, y esta protesta es un paso importante para proteger a los delfines y promover un turismo más responsable y respetuoso con la vida salvaje. El sufrimiento de los animales en cautiverio debe cesar, y esta protesta busca dar voz a aquellos que no pueden hablar por sí mismos. El llamado es claro: acabar con la explotación de los delfines y permitir que vivan libres y felices en su entorno natural. Es momento de tomar acción y defender el derecho de los animales a una vida digna y libre. [