(Dodoma, Tanzania/Agencias) Al menos siete personas fueron quemadas vivas en un pueblo al oeste de Tanzania luego de ser acusadas de realizar actos de brujería.
Datos del Legal and Humans Rights Center (LHRC) señalan que Tanzania es una nación en donde la creencia en la práctica de la brujería continúa muy enraizada, razón por la cual han ocurrido unas 500 muertes violentas de supuestas brujas por año.
Hombres armados irrumpieron en los domicilios de mujeres, todas en la senectud, para golpearlas, someterlas y luego quemarlas vivas.
Naciones Unidas denunció el año pasado que el número de asesinatos relacionados con la brujería han aumentado.
Solo en 2012, 630 personas murieron por esa razón y para 2013 la cifra creció a 765.
El problema aminoró luego de la promulgación de una Ley de Brujería por parte del gobierno tanzano en 1892. En esencia, el documento criminaliza dicha práctica y pretende que los pobladores hagan justicia por su propia mano.
La exclusión social es el castigo que amerita la sospecha de brujería. Sin embargo, especialistas y el LHRC consideran que los métodos legales son insuficientes para frenar los linchamientos y actos en contra de personas a las que consideran brujas.
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