Magdalena Jiménez
Desde que en 2010 se descubriera la deuda de 17 millones de € que tenía la Entidad Metropolitana de Aguas Residuales SA, (Emarsa) día tras día salen noticias escandalosas sobre el supuesto fraude de 30 millones de € perpetrado durante los años 2004 al 2010 por los dirigentes de esta entidad.
En Valencia tenemos claro que están imputadas de personas de mucho peso del Partido Popular, y que de vez en cuando sale algún comentario sobre los lujosos regalos que la actual Alcaldesa de Valencia recibía de la trama, o si había sobres que financiaban campañas electorales.
Hasta aquí todo es público y se está investigando, pero está claro que no está a la vista de todos la información real de lo que era Emarsa, quien participaba, que es el EMSHI (entidad pública gestora de EMARSA), y muchas otras preguntas sobre las que parece haber un velo para ocultar información. Parece como si hubiera un pacto de todos los grupos políticos para inculpar a unos cuantos, pero sin profundizar en la raíz del problema.
La realidad es que este tipo de entidad pública está fiscalizada, o debería estarlo, por asambleas y consejos de administración en los cuales están representados todos los grupos políticos; sus cuentas las aprueban estos órganos.
Así en el EMSHI, por ejemplo, durante el periodo investigado del 2004 al 2010 tenía en su Asamblea, en su Junta de Gobierno y en la Comisión de Hacienda a representantes por lo menos del PP y del PSOE, y en la actualidad hay miembros del PP, PSOE, IU, Compromís y CDL.
Estos representantes cobran por asistir a cada reunión casi 400€ solo de indemnización, más las dietas que en el presupuesto 2013 ascendían a 215.730€. Lo sorprendente es que estos grupos políticos reciben subvención por el simple hecho de tener representantes en este organismo.
El PP, por ejemplo, recibió en 2012 del EMSHI una subvención de 8.800€ según su presupuesto y este año se reparten en total 16.700€.
Ayuntamientos como Silla, que en el periodo investigado estaba presidido por un miembro del Bloc, Alcàsser gobernada por UV, Beniparrell donde mandaba el PP gracias al apoyo de IU, o Picassent gobernada por el PSPV, formaban parte de esos órganos: del EMSHI y de los órganos que debían fiscalizar EMARSA.
Esos 17 millones de € de deuda la pagamos todos en cada uno de nuestros recibos del agua, habitemos o no en municipios que hacían uso de la depuradora de Pinedo gestionada por EMARSA.
Esto me lleva a pensar y cuestionarme si realmente es necesaria tanta entidad, tanto representante municipal, tanta asamblea, tantas comisiones, tantas dietas, indemnizaciones, subvenciones a grupos políticos… etc , porque ¿de qué ha servido todo este montaje? Pues de nada: ni han fiscalizado, ni han controlado, ni han denunciado nunca la situación de descontrol que se estaba dando en EMARSA. Nunca he escuchado a ninguno de todos esos alcaldes y concejales diciendo o contando si ellos, al igual que la Alcaldesa de Valencia, recibieron regalos y prebendas desde estas entidades.
Claramente urge una despolitización de las entidades públicas, ya que, a día de hoy estás entidades, fundaciones o empresas forman parte de ese gasto superfluo, hinchado y totalmente prescindible que en su mayor parte sirve como agencia de colocación y financiación de la mayoría de los partidos políticos.
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