Hablar del Grao en el Martes Santo de la Semana Santa Marinera de Valencia es hablar del Encuentro del Paso de la Segunda Caída con la Dolorosa, o sea con las imágenes de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno y la Cofradía de Granaderos de la Virgen de los Dolores, de las primeras en refundarse en el Grao allá por 1988.
Los dos pasos de Román y Salvador salieron en la noche cerrada de las antiguas calles del municipio de Vilanova del Grao por caminos diferentes pero con un objetivo común: encontrarse delante del magno edificio de las Atarazanas. Y sí lo hicieron.
Los nazarenos recibieron la escolta de la Armada Española. El Comandante Naval de Valencia presidió un cortejo donde el paso tuvo a los marineros como custodios. El cortejo de los nazarenos pasó por una de las vías principales, por la del Cristo del Grao y la de Ernesto Anastasio, pasando por delante de los locales de la Flagelación, Medinaceli, Granaderos y la propia de los Nazarenos.
Y enfiló Francisco Cubells mientras cuando pasaba el tranvía los usuarios miraban sorprendidos el paso de los penitentes y escuchaban los sones de la Banda de Cornetas y Tambores del Canyamelar.
En presidencia también estuvo la presidenta y la clavariesa del Altar del Mercat con el directivo y vicepresidente de la Junta Central Vicentina.
Poco a poco los granaderos enfilaron hacia Atarazanas bajo los sones de las marchas de la banda de cornetas y tambores del GAR del barrio de Patraix.
Sobre las 22 horas tuvo lugar el encuentro de Jesús con su Madre en un pórtico de las Atarazanas que más de uno quisiera para si.
VLC Ciudad/Redacción