“En otra exitosa operación llevada a cabo por los muyahidín, cerca de 40 cruzados kenianos encontraron la muerte luego de que una unidad de la brigada Saleh Nahban -nombre del líder de Al Qaeda en Somalia muerto en un ataque de EEUU en 2009- los atacara la pasada medianoche en Koromei, en las afueras de Mandera”, indica el texto difundido por la emisora somalí Al Andalus.
El vocero de Al Shabab, Ali Mohamud Rage, afirma que este último atentado “forma parte de una serie de ataques planeados” en Kenia.
Los yihadistas justifican este nuevo atentado, perpetrado apenas una semana después de que el 22 de noviembre un comando del grupo terrorista somalí ejecutara de un disparo a 28 pasajeros de un autobús cerca de Mandera, luego de identificarlos como no musulmanes.
“Es una respuesta a la ocupación keniana de tierras musulmanas, así como también a las atrocidadescometidas por el Gobierno de este país”, añadió Rage.
El ataque de este martes se produjo en la localidad de Koromei, cerca de las 02:00 hora local (las 23:00 del lunes, horario GMT), cuando, en un campamento próximo a una cantera, hombres fuertemente armados separaron a los trabajadores musulmanes de los cristianos, y dispararon o decapitaron a estos últimos, según declararon fuentes policiales al diario keniano Daily Nation.
El comunicado de Al Shabab advierte de que, si el gobierno de Kenia persiste en “matar musulmanes inocentes”, el grupo terrorista “hará lo que sea necesario”.
Esta ola de atentados terroristas se producen tras semanas de fuertes tensiones entre la Policía y jóvenes musulmanes en el condado de Mombasa, el puerto más importante del país y próximo también a una de sus zonas más turísticas.
Al Shabab, que en 2012 anunció su adhesión formal a Al Qaeda y lucha para instaurar un Estado islámico de corte wahabí en Somalia, fue incluida en marzo de 2008 en la lista de organizaciones consideradas terroristas por el gobierno estadounidense.