La menor se encuentra en observación después de una cesárea en el Hospital de la Cruz Roja. El embarazo transcurrió en medio de la polémica por la negativa de las autoridades a que se realice un aborto
Una niña paraguaya de sólo 11 años dio a luz a una beba este jueves, informó a la AFP la médica que monitoreó el parto.
El embarazo de la menor había sido motivo de polémica e indignación dentro y fuera del país, ya que después de denunciar que éste había sido productor de la violación de su padrastro, las autoridades le negaron la posibilidad de practicarse un aborto.
La pequeña, que quedó embarazada cuando tenía 10 años y cumplió 11 en mayo, tuvo una niña de 3,5 kilogramos llamada Milagros en un hospital de la capital de Paraguay, donde evoluciona “en forma normal”, dijo la médica Dolores Castellanos.
La niña, que mide 1,39 m, pesaba 34 kg al comienzo de la gestación y atravesó 37 semanas de embarazo, quedará 72 horas en observación, precisó Castellanos, jefa del Área Niñez y Adolescencia del hospital de la Cruz Roja de Asunción, donde dio a luz mediante cesárea.
“EL PARTO FUE COMO CUALQUIER OTRA CESÁREA, SIN COMPLICACIONES PERO CON LA DIFERENCIA DE LA EDAD”
Mario Villalba, director del hospital, explicó a la prensa que el parto “fue como cualquier otra cesárea, sin complicaciones pero con la diferencia de la edad”.
“La evolución es como en cualquier otra cirugía. Después veremos cómo se comporta ella como madre“, agregó, al ser consultado sobre si podrá amamantar.
El padrastro de la niña, Gilberto Martínez Zárate (42), fue detenido y alojado en la cárcel capitalina de Tacumbú en mayo pasado, sometido a proceso por el delito de violación, que contempla penas de 12 a 15 años de prisión.
La madre de la menor también fue detenida e imputada por “omisión del deber de cuidado”, aunque le otorgaron libertad ambulatoria para acompañar a su hija durante el embarazo.
El caso de esta niña generó conmoción más allá de Paraguay. Expertos de la ONU indicaron en mayo que el gobierno paraguayo no actuó con la debida diligencia para “asegurar el interés superior de la niña antes de descartar tratamientos para salvar la vida de la niña, incluso el aborto”.
Por su parte, Unicef manifestó entonces su preocupación por la desprotección de las niñas paraguayas que sufren abusos sexuales.