La parroquia valenciana de Santa María del Mar, enclavada en el barrio de El Grao y en pleno corazón de los Poblados Marítimos se hermana y solidariza con la diócesis cubana de Holguín que sufre, entre otras diócesis, el devastador paso del huracán Sandy por sus tierras, que ocasionado víctimas, heridos y numerosos daños materiales.
La diócesis de Holguín (este de Cuba) cuenta con una población de más de un millón y medio de habitantes, de los cuales 435.000 mil son católicos. Asimismo, cuenta con 30 sacerdotes, 49 religiosos y tres diáconos permanentes.
La indefensión agobia a ciento de miles de personas, carentes de los bienes más elementales y sin asistencia rápida de las autoridades.
Inmensa cantidad de cubanos han quedado con la única posición del suelo o partes desvencijadas de las viviendas, sin alimentos, leche para los niños, agua potable, ropa, calzado, así como amenazados de epidemias, junto a otras enfermedades.
Esta parroquia de santa María del Mar, además de ofrecer sufragios por el eterno descanso de los fallecidos, pide al Señor que conceda el consuelo a quienes sufren estas graves desgracias e incremente en la comunidad cristiana y en todas las personas de buena voluntad una fraterna solidaridad.
A lo largo de este mes va a movilizar una campaña económica que culminará con una colecta extraordinaria a celebrar el fin de semana último, días 24-25 de noviembre. Para ello ha dispuesto una cuenta en CatalunyaCaixa (1372-47-0200176291) para recibir donativos para este fin.
El obispo pide ayuda para recuperar la diócesis de huracanes de hace años y de los efectos de Sandy
Monseñor Emilio Aranguren Echeverría, obispo de Holguín manifiesta en un comunicado que ¨todavía queda pendiente de las afectaciones de hace cuatro años y sumarle las de ahora, y hace un elenco de templos destruidos que todavía no se han levantado como el de Floro Pérez está sin techo el templo de Manatí permanece el suelo, al igual que el de Velasco y Bocas.
“Para llevar adelante la reconstrucción de estos templos, se necesita , ante todo la autorización requerida de varios organismos estatales, y a su vez de las ayudas que se reciben desde el extranjero. Sin este apoyo sustancial, no basta la buena voluntad y la disposición de sacrificio por parte de los miembros de las comunidades afectadas”
“Nuestras comunidades, dice monseñor Emilio Aranguren Echeverría, tienen capacidad de consolar porque están cerca de las personas, son discretas en sus acciones y palabras, hablan de las cosas de Dios, pero hace falta actuar, ofrecer el gesto oportuno”
Más adelante añade que el huracán Sandy “cruzó el oriente cubano de sur a norte en cinco horas, pero recuperar lo perdido lleva mucho tiempo y requiere integrar muchas fuerzas, desde las personales hasta la estatales, pasando por los grupos intermedios” “¿Qué esperamos?”, se pregunta el obispo cubano. Y se responde: “El gesto fraterno”.
Para responder a este gesto fraterno, esta Comunidad Parroquial de Santa María del Mar, sede de la colonia cubana en la ciudad de Valencia ha iniciado esta campaña de solidaridad para poder colaborar en la medida de sus posibilidades en la reconstrucción de una zona afectada por el huracán Sandy.
VLCCiudad/Antonio Diaz Tortajada. Sacerdote/periodista