Ahora sí, comienza de verdad el 2014. Futbolísticamente y en Valencia casi se ha convertido en tradición que lo haga con el derbi liguero de Primera División entre el Valencia CF y el Levante UD. Así ha sucedido en tres de las ocho ocasiones en que se han enfrentado en Mestalla ambos juntos en la competición doméstica.
Así que, como era previsible, este 2014 también arrancará con el duelo en la máxima categoría de los dos equipos del “cap i casal”. Esta vez será sábado, día 4 de enero a las 20.00 h.
Hasta ahí una curiosidad que se van a hartar de leer y escuchar estos días, pero ahora viene la intrahistoria del derbi valenciano en Mestalla, un campo que en Primera y en Liga no se la ha dado nada bien al Levante que sigue sin poder conocer el triunfo en el coliseum del eterno rival, por mucho que se han dado resultados que han tenido ese sabor victorioso que ofrece, ante enemigos deportivos, haberle “tocado la carita” (o darle en los morros) con un determinado marcador. A recordar aquí siempre aquel empate a 0 de la temporada 2010/11, sí ese, el del gesto de Ballesteros, o el empate la pasada temporada con el gol de Barkero que suponía el 2-2 en el minuto 89.
Sí, empate. Eso solo ha logrado conseguir el equipo granota en Mestalla, pero lleva cuatro temporadas consecutivas conquistando un punto en el feudo valencianista. Un marcador que precisamente se inauguró una primera jornada de liga de año, la del año 2008, cuando con Abel Resino en el banquillo el Levante UD (que esa temporada descendería) consiguió entonces un valiosísimo 0-0.
De peor recuerdo granota son las derrotas en la primera jornada del año 2005, un 8 de enero con Schuster de técnico y con un resultado de 2-1. O la del año 2007, segunda jornada del año 3-0 y cese del entonces entrenador granota, J.R.López Caro solo 24 horas después.
Esta temporada los ánimos andan dispersos. A pesar que ambas escuadras afrontan el duelo con 20 puntos en la clasificación, los ambientes son dispares. En el Valencia, a 8 puntos de Europa, la situación dramática también en lo deportivo, hará que estrene inquilino en el banquillo esta misma jornada, Pizzi desde Argentina viene a salvar el honor de un equipo demasiado castigado por las incapacidades de quienes se han empeñado en dirigirlo sin digerir sus valores como entidad los últimos años.
Por su parte, en el LevanteUD la irregularidad ha marcado el último tramo competitivo donde llegó a enlazar en liga 4 derrotas consecutivas, pero como dice Caparrós, el fútbol es cosa de rachas y la ilusión granota es imaginar que la racha negra ya se ha desvanecido.
Ahora unos y otros se preparan concienzudamente para el derbi. En el Valencia CF se intenta recuperar la ilusión con la llegada del nuevo técnico, en el bando levantinista de nuevo es la afición la que se encarga de montar el “sarao”. Porque después del partido no se sabe quien será pero antes de comenzar a correr por el verde el esférico, el claro vencedor es la ilusión y esperanza en la victoria de la afición levantinista que, por segundo año consecutivo, prepara la “marcha granota” con la “procesión” ya casi como ritual desde el Ciutat de València a Mestalla el mismo día de partido que se iniciará pronto con las actividades que llevará a cabo un año más la Delegación de Peñas.
Así recluta el Levante UD sus huestes mientras el valencianismo, cada vez con mayor recelo, confía en volver a enmudecer la siempre ilusionante afición granota. Unos esperan, los otros aprovechan las reuniones familiares navideñas para buscar partenaire que le acompañe en su visita a Mestalla, o bien, entradas de ese “choto” familiar que prefiere ese día ir en busca de regalos de Reyes.
No voy a negar mi subjetividad ante el enfrentamiento e incluso en el momento de redactar estas frases, pero a mí me entusiasma que se pueda vivir así un derbi. El fútbol es pasión, rivalidad, la “religión más extendida del planeta” y donde casi no hay ateos, que diría el gran Manuel Vázquez Montalbán.
Pues sí, y gracias que podemos tener esa euforia que nos enajene casi dos horas de la triste realidad que nos invade en esta dramática coyuntura que tan especialmente está cebándose con sarna en ésta nuestra tierra. Así que con la ilusión de la visita de los Reyes Magos en solo unos días, los adultos futboleros de la ciudad vamos a centrarnos en aquello que Sacchi definió como “la cosa más importante de las cosas menos importantes”: el fútbol.
Y valencianistas y levantinistas disfrutemos con nuestra fiesta del fútbol independientemente del resultado final porque no hay que olvidar que, como apuntó recientemente el seleccionador Vicente Del Bosque, “el éxito (sea de quien sea) sin honor es el mayor de los fracasos”.
Que gane quien pueda pero que el honor del fútbol valenciano, al menos el de los equipos de la ciudad y sus aficiones, quede una vez más impoluto…y solo entonces ganaremos todos.
Yolanda Damià|@YolandaDamia|Periodista