El barrio de San Marcelino de Valencia fue el escenario en la mañana del pasado sábado de una protesta singular que no se veía hace tiempo en la ciudad.
La toma de las calles, o más bien la acera, de las puertas del polideportivo de la Rambleta donde vecinos del barrio y usuarios y trabajadores del recinto deportivo celebraron una asamblea para escenificar el malestar por el bloqueo de la reapertura del centro cerrado desde hace casi medio año.
Casi 150 personas asistieron al acto que convocó la Asociación de Vecinos de San Marcelino y al que asistieron el edil del PSPV Félix Estrela; la concejala de Compromís, Consol Castillo y el asesor de Esquerra Unida en el consistorio, Francesc Calatayud.
El concejal de Deportes del Ayuntamiento de Valencia, Cristóbal Grau, recibirá a una representación de los vecinos mañana.
El acto se ha realizado como señal de toque de atención al edil, quien lo conoce de sobra, y para expresar así su malestar al ayuntamiento.
Si el polideportivo no se reabre en en breve llevarán a cabo una batería de acciones para exigir la reapertura y para ello ya se ha constituído una comisión de 30 personas.
VLCCiudad/Redacción