Vergüenza. Es la única palabra que se puede pronunciar tras conocer cómo han actuado los jugadores de la selección española a su llegada al aeropuerto de Barajas, hasta donde se habían desplazado cientos de aficionados que querían mostrarles su apoyo.
Hoy llegaba la Roja, la selección que durante seis años ha llenado de orgullo a los aficionados españoles y ha decepcionado en las últimas dos semanas. Se acabó el Mundial de Fútbol de Brasil para estos 23 millonarios pero, se haya hecho o no el ridículo a nivel futbolístico, lo que nadie se iba a imaginar nunca es que iban a hacerle a la afición congregada en el aeropuerto de Barajas el feo que se ha visto hoy.
Aficionados, hombres, mujeres y niños, que en un número cercano a los 200, se habían dado cita en el aeropuerto ‘armados’ con camisetas, banderas y pancartas en apoyo de la selección. El objetivo, algo tan honorable y tan plausible como demostrar su cariño a la selección española a pesar de los pesares… pero se quedaron con las ganas.
Los jugadores salían por una puerta diferente a la prevista para el vuelo en el que llegaban, con la consiguiente decepción de los aficionados. Sin embargo, nada más saberse, se produjo la imagen más dolorosa del episodio: carreras por el aeropuerto de los aficionados para, al menos, poder verlos a través de un cristal. La imagen que se ha podido ver en televisión de un minusválido en silla de ruedas abriéndose paso con sus brazos para poder subir al piso superior por una de las cintas mecánicas de la terminal, ha sido todo un poema.
Patético final para una historia que ha tenido por parte de estos jugadores con sueldos millonarios episodios como el del famoso peto de Cesc Fábregas, el del cambio de Villa en el último partido contra Australia o la salida de tono de Jordi Alba con un periodista en el túnel de vestuarios finalizado el mismo partido.
En mil y una tertulias futbolísticas se recuerda hoy el detalle de Puyol llamando al orden a varios de sus compañeros por celebrar un gol de forma irrespetuosa con el rival, o la educación y clase de Guardiola tanto en las derrotas como en las victorias, o el coraje de Paco Jémez, enérgico y leal a partes iguales.
Estos son los 23 millonarios a los que hemos adorado y que hoy -salvo los que se han quedado en Brasil- han preferido esquivar a los aficionados a los que, cuanto menos, deben una explicación por lo que han hecho.
VLC Noticias | Javier Furió