Nunca tres puntos, un solo partido, separaron tanto las situaciones de dos equipos que, además, son vecinos. El derbi entre el Valencia y el Levante es un duelo de luces y sombras. De tocar el cielo o caer en el infierno, de salir por la puerta grande o ver los pañuelos en la grada…
El Valencia llega con la absoluta necesidad de la victoria, después de que la afición ya demostrara su desacuerdo con el equipo en la última cita en Mestalla y sin que se haya resuelto ni el mal juego, ni siquiera los resultados que habían mantenido al equipo en la tercera posición de la clasificación a lo largo de toda la temporada, una tercera posición que ahora peligra y peligra de la mano del vecino de al lado. Una derrota devolvería a la grada los pitos y los pañuelos que ya salieron en el choque contra el Zaragoza, alimentados con las derrota ente el Getafe y ni siquiera resueltos en Europa frente al AZ Alkmaar. La credibilidad de Emery ha llegado a su límite e incluso se ha trasladado a los jugadores, que en algunos momentos han podido tener una mayor implicación en el juego y el en equipo.
Por su parte, el Levante llega a Mestalla con los deberes hechos y con una temporada que, acabe como acabe, va a finalizar con nota para los granota. Con el objetivo de la permanencia ya en el bolsillo, el equipo de Juan Ignacio Martínez se presenta en casa del Valencia sin ningún tipo de presión y con la idea de poner el dedo en la llaga, al mismo tiempo que lograría la primera victoria en el terreno del eterno rival. Los jugadores del Levante ya no tienen nada que demostrar, simplemente el pundonor que han exhibido a lo largo de toda la temporada y que les ha llevado a ocupar puestos de Champions League e incluso a que el sueño europeo se vea cada vez más cerca. Y eso lo hace todavía más peligroso. La presión es para los locales, mientras que los componentes de la plantilla de JIM saben que el tiempo juega de su parte, que si el nerviosismo se instala en la grada de Mestalla puede ser muy beneficioso para ellos y que con aguantar un poco y esperar el error del vecino pueden tener mucho ganado.
De hecho, ninguno de los dos entrenadores han querido dejar claras sus cartas, aunque la baja de Soldado, por acumulación de tarjetas, en el Valencia, puede ser la más destacada. Ambos entrenadores han elogiado al rival e incluso JIM no dará a conocer la convocatoria anta pocas horas antes del encuentro.
“Jugamos en casa y nuestra casa la queremos. Tenemos ganas de jugar en Mestalla y ofrecer la mejor versión con un triunfo. la afición estará con su equipo. Estoy convencido de que seremos una piña”, ha manifestado Unai Emerym quien ha asegurado que no piensa “si será mi último derbi”.
Por su parte, JIM insistió en que el encuentro de Mestalla puede ser muy bonito para todos: “Es un partido muy atractivo para todo el mundo. Los dos equipos Estamos muy juntitos en la clasificación y nuestra intención es disfrutar del momento”, ha declarado Juan Ignacio.
Eso sí, Unai no se fía de su rival y no quiere dejar mermada su defensa, por lo que ha convocado a Rami, a pesar de su indisciplina, por lo que sí que será multado, y a Barragán, que mantiene unas molestias en los isquitibiales, aunque las ausencias de Miguel y Bruno hacen que su participación sea casi obligatoria.
Sin la lista del Levante, ya que JIM ha preferido esconder sus cartas, la que ha adelantado Emery está compuesta por los siguientes futbolistas: Guaita, Alves, Barragán, Rami, Dealbert, Ricardo Costa, Víctor Ruiz, Bernat, Mathieu, Albelda, Topal, Tino Costa, Parejo, Feghouli, Pablo Hernández, Piatti, Jonas, Alcácer y Aduriz.
VLCCiudad / Pepe Aguilar