Desde el próximo 16 de abril y hasta el 4 de mayo, el Museo de Historia de Valencia presenta la exposición ‘Iconos ortodoxos’ de la artista búlgara Stefka Borisova. La entrada es libre y gratuita.
El arte bizantino es una expresión artística que se configura a partir del siglo VI, fuertemente enraizada en el mundo helenístico, como continuadora del arte paleocristiano oriental. Dentro de él, se denominaban ‘iconos’ (del griego eikon= ‘imagen’) a las imágenes religiosas pintadas, representaciones de figuras profundamente ligadas a la tradición ortodoxa, concebidas para la devoción y el culto de los fieles.
En la tradición cristiana, se reproducían imágenes de Jesucristo, la Virgen, los santos o los ángeles, episodios de las Sagradas Escrituras, y escenas de la vida de los santos y de personajes bíblicos. Según el dogma, aprobado ya en el siglo VIII y reconocido por la Iglesia católica y ortodoxa, el respeto al icono significa el respeto a la imagen representada, y por eso no se trata de idolatría.
La diferencia principal entre los iconos y la pintura de temática religiosa (que también existe en la cultura ortodoxa) es que los primeros, aun siendo obras de arte, son objetos sagrados, revestidos para los creyentes de una fuerza particular, y dedicada sobre todo a la oración, no a la simple contemplación. Aunque el fenómeno de los iconos pintados también existe en el catolicismo, es mucho más propio de la iglesia ortodoxa y está intrínsecamente asociado al culto en los templos y a la devoción privada.
Este tipo de arte conserva en nuestros días su vigencia en diversos países del este de Europa en los que la iglesia ortodoxa está presente.Stefka Borisova, natural de Bulgaria, lleva 30 años dedicada a los iconos ortodoxos.
Sus pinturas están realizadas sobre un soporte de madera con una preparación especial sobre la que se adhiere una tela. Los colores básicos son el oro, asociado a Dios y su luz, el ocre, el azul, que simboliza el cielo, y el blanco, símbolo del desprendimiento y de la pureza, así como el rojo, que representa el amor y la vida, o el marrón, símbolo de la humildad y la pobreza.
Su estilo artístico conserva la esencia, el colorido y las formas particulares del arte bizantino. Todas sus obras son originales, cuidando los estrictos cánones ortodoxos
Además de su trabajo artístico, se ha dedicado también a la docencia sobre este arte y ha expuesto su obra en distintos puntos de nuestra geografía.
La exposición se organiza en colaboración con la Associació de Dones l’Oroneta blanca y del Centro de Apoyo a la Inmigración (CAI) y podrá verse en el ágora del museo hasta el próximo 4 de mayo.
El Péndulo de VLCNoticias