Así se expresó el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, asegurando este sábado que la Constitución de 1978 se reformará las veces que lo «exija el interés general de los españoles» y que no es «intocable», pero no es un «juguete».
«La Constitución no admite bromas ni frivolidades», dijo en el acto en defensa de la Constitución que presidió en la localidad segoviana de La Granja de San Ildefonso.
Así, Rajoy dijo que no son «dogmáticos fundamentalistas de esta Constitución concreta» y recordó que han sido colaboradores necesarios de las dos reformas que ha habido. «Apoyaremos cualquier reforma futura si ello fuera necesario», indicó.
No obstante, señaló que le sorprende «mucho» que se propongan reformas «sin definirlas» y nuevos consensos «sin concretarlos». «No son momentos para ocurrencias, frivolidades o eslóganes. Solo muestra desorientación de quienes las hacen», añadió Rajoy, quien dijo que España lo que necesita son reformas económicas y sociales para «mejorar la vida de la gente y superar la crisis».
No son momentos para ocurrencias, frivolidades o eslóganes
Esto sucede después de que el PSOE registrara una iniciativa en el Congreso para poner en marcha una subcomisión que abriera el debate sobre la reforma de la Constitución, pero tanto el Gobierno como el Partido Popular no apoyaron la propuesta.
«No es negociable» la soberanía nacional
Por otro lado, Rajoy matizó que para el PP «no es negociable» la soberanía nacional, la unidad de España, los derechos fundamentales y la igualdad de todos. «No es negociable», recalcó.
El jefe del Ejecutivo recordó que la Constitución de 1978 nos trajo democracia y fue el pasaporte para Europa, por eso, ha dicho, no aprobaron cualquier Constitución, sino una «homologable, a la altura de los tiempos». «Nos trajo la ley, el derecho, la libertad, la democracia y Europa», añadió.
En ese sentido, aseguró que ya no es tiempo de «mirarse en el ombligo de lo autóctono» ni de poner «énfasis en las diferencias ni fomentar los aislamientos». Se ha preguntado «qué sentido tiene» que alguien se cuestione si se siente «más gallego o español» o «más español que aragonés» cuando la pregunta que debería hacerse «cualquiera que habite en el siglo XXI» es si soy ya «tan europeo como español».
La CE y Europa «no se pueden divorciar»
Así, dijo que este es el afán que hay que perseguir ,»llegar a ser tan europeos como españoles»-, y no el de limitar la capacidad de España o distraerse en «ensoñaciones».
Por su parte, ha dejado claro que lo que necesitan los españoles no son propuestas para «articular regiones españoles que llevan siglos articuladas» sino para integrarlas en ese «gran proyecto en el que hemos comprometido nuestro futuro». «Yo no rechazo las diferencias», dijo.
Es la ley que nos hizo ciudadanos e iguales
El presidente del Gobierno también subrayó que la Constitución española «sigue tan viva como siempre», porque en ella están también «los cimientos» del futuro y colocó a España «a la altura de los mejores» países, aunque «algunos pretendan decir lo contrario». Asimismo añadió que la Carta Magna ha permitido la mayor etapa de progreso social y económico de la historia de España.
Por último, Rajoy celebró que siga en vigor la Constitución de 1978 que, tal como dijo, es «joven y fecunda» y señaló que nada ha producido tantas transformaciones en España. «Es la ley que nos hizo ciudadanos e iguales», concluyó.
VLCNoticias|Redacción