El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha vuelto a revisar al alza sus previsiones económicas para España, hasta un 2% este año, tres décimas más que en octubre, y mantiene sin cambios las del próximo año en el 1,8%. Además, según el organismo, la economía española creció un 1,4% en 2014, una décima más de lo previsto.
El avance del PIB para 2015 estimado por el organismo internacional coincide con las previsiones del Gobierno y el Banco de España, aunque para el año próximo el Ejecutivo español es más optimista (2,3%), y es superior al previsto para las otras grandes economías de la zona euro: Alemania crecerá un 1,3%, Francia un 0,9% e Italia un 0,4%, según el FMI.
El repunte español se produce en un contexto de revisión a la baja de la zona euro, para la que el FMI prevé un crecimiento del 1,2% en 2015 y del 1,4% en 2016, dos y tres décimas menos de lo anticipado en octubre, de acuerdo con el informe de Perspectivas Económicas Globales presentado este martes en Pekín.
“Han pasado cosas buenas en España”, ha destacado el economista jefe del FMI, Olivier Blanchard, quien ha atribuído el repunte español a la mejora de la competitividad, el aumento de la productividad, los recortes salariales, el mejor comportamiento de las exportaciones y un mayor optimismo.
“Los consumidores están gastando más y la demanda doméstica es bastante fuerte”, ha detallado Blanchard, quien, no obstante, ha recordado que el desempleo “sigue muy por encima del 20%”, por lo que ha considerado que “aún hay un largo camino por delante”. Aunque las previsiones de crecimiento se cumplan, apuntó el economista, ello no significará que el paro baje “rápidamente”.
Situación compleja en la zona euro
Preguntado por la situación política en Grecia y España, Blanchard ha reconocido su inquietud. “El desempleo es todavía muy elevado y en España, como en otros países, está llevando al auge de partidos que incluso no quieren ser parte del euro, que tienen posturas populistas… Y eso es algo de lo que nos tenemos que preocupar”, ha subrayado.
Para este año, el FMI dibuja un escenario “complejo” en la zona euro, con los riesgos planteados por una inflación y expectativas inflacionarias a la baja.
“En la zona euro, la inflación ha vuelto a bajar, y los shocks adversos -internos o externos- podrían conducir a una inflación persistentemente más baja o a retrocesos de los precios, ya que la política monetaria sigue siendo lenta en responder”, ha asegurado el Fondo, en alusión al Banco Central Europeo.
Crecimiento respaldado por la caída del petróleo
Para este año, el organismo dirigido por Christine Lagarde “prevé que la actividad estará respaldada por el descenso de los precios del petróleo, una política monetaria más distendida (algo que los mercados financieros ya anticipan en general y que los tipos de interés reflejan), una orientación más neutral de la política fiscal y la reciente depreciación del euro”.
No obstante, ha matizado que “estos factores quedarán compensados por el debilitamiento de las perspectivas de inversión que en parte refleja el impacto del menor crecimiento de las economías de mercados emergentes en el sector exportador”.
Como recetas, el organismo reincide en las peticiones reiteradas en los últimos años: el BCE debe continuar “con su política expansiva para evitar que los tipos de interés reales crezcan, incluidas otras medidas”, como la compra de deuda soberana, algo que ya ha adelantado el presidente del banco emisor, Mario Draghi.
En cuanto al crecimiento de la economía mundial, el FMI reduce su previsión en tres décimas, hasta el 3,5%, a pesar de mejorar las expectativas para Estados Unidos en medio punto en 2015, hasta el 3,6%, y en tres décimas en 2016, hasta el 3,3%.
VLCNoticias|Redacción