La Procesión General del Santo Entierro de la Semana Santa Marinera de Valencia de 2013 ha tenido uno de los mejores registros de los últimos años y tres son sus principales factores.
Uno el ¨poder¨ de los más de cuatro mil cofrades, de todas las ideologías, que ha podido contra esa amenaza de lluvia que había con esas nubes grises. El segundo la respuesta del público que llenó el itinerario oficial, todo el itinerario, venido de distintas poblaciones vecinas y de otras localidades de fuera incluso de turistas, franceses e ingleses, cuya presencia ha jugado un papel importante la distribución de folletos en los hoteles, hay que mentar a Turismo local y autonómico, y el tercero los componentes de las hermandades que han brillado en su participación en el magno cortejo donde la seriedad y el respeto fueron la tónica.
El periodista valenciano, y presidente de la Asociación de Periodistas Valencianos, Héctor González, que seguía el cortejo incluso desde las redes sociales, escribió en su twitter: ¨ Contemplar la seriedad y el esmero de los cofrades d Semana Santa Marinera es una de las mejores formas de disfrutar estos días¨.
Con estas palabras podría resumirse lo vivido en la gran noche de la Fiestas declarada de Interés Turístico Nacional desarrollada sin incidentes y donde algún que otro apunte habrá, como todos los años, en su parte de incidencias pero, y en un primer análisis, será el de menos y, seguro, éste año no constará el de ¨Judith¨, el personaje bíblico de la Hermandad del Santo Silencio y Vera Cruz que encarna Mari Carmen Trujillo, porque, en ésta ocasión, participó recatada y con el mismo traje del año pasado, ya lo anunció, pero con diferencias. Ella sabe lucir con porte su figura y los trajes que lleva y, en ésta ocasión, su hermandad y la presión mediática, han podido. No es acto de lucir aunque su personaje todos saben quien es y quien era.
Fuera de estas apreciaciones el Santo Entierro también destacó por la participación por vez primera del paso de la Corporación de Longinos de ¨Jesús ante las Mujeres de Jerusalén¨ , esculpido hace años y rescatado y recuperado por los mismos. Eran los que más orgullosos iban enseñando un trabajo de meses y meses del último año y tras dos años sin poder salir sin paso titular. Los Ronquinos reinaron a gran altura en un Entierro donde tampoco hubo preso indultado. Los cofrades de la Buena Muerte del Grao ya ni lo pidieron después de no obtenerlo en los últimos años y los de la Columna tampoco, y eso que fueron de las primeras en emprender éste camino hace años.
El cortejo contó con la participación del facsímil del Santo Cáliz, y con la mente de sus cofrades puestas en un nombre, Ramón Guardino Martorell, ex presidente de la Junta Mayor de la Semana Santa Marinera y factotum del colectivo fallecido el 22 de marzo, Viernes de Dolor, hacía una semana, y de las reliquias de la Columna de Jesús, en su colectivo del Cabanyal, y del madero de Cristo, en la hermandad del Silencio y Vera Cruz. Hubo también otras cofradías y familiares con la mente puesta en sus fallecidos y, en estos casos, estuvieron Juan Francisco García, Pachi, del Ecce-Homo; Pepe Giner, de los Afligidos, Encarna Chirivella, de Muerte y Resurrección; Paco Celda, de los Granaderos del Canyamelar; Pascual Ribera, de la Columna; Pedro Domínguez, de los Nazarenos; Vicente Pérez, del Buen Acierto o Francisco Soler, de los Pretorianos, entre otros.
Hubo también colectivos con escoltas como la Columna, con efectivos de la Guardia Civil; los del Medinaceli, con el Grupo de Operaciones Especiales de la Policía Local y del Cuerpo Nacional de la Policía con el patrón del Canyamelar, el Cristo de los Afligidos, con quien también iba el poeta y gran fallero, Donis Martín, y los Bomberos de Valencia, con el Cristo del Salvador, donde fue su Clavario de Honor, el Comandante Naval de Valencia.
Presencia de clavarios de honor también los hubo: el vecino del Cabanyal y amante de su ¨fiesta¨ Salvador Gallar, Clavario de la Real Cofradía de Jesús en la Columna o Encarna Mestre, Clavariesa de Honor de la Cofradía de Jesús de Medinaceli del Grao.
Si estos iban en los cortejos de hermandades y cofradías, invitados de lujo pues, lo más relevante fueron las miradas serenas de los cofrades escondidas bajo las caperuzas a lo largo de todo el recorrido cuando veían al público agolpado en las aceras como contemplaba con respeto el paso de todas las obras de arte guardadas con celo en los templos religiosos de los Poblados Marítimos o en el propio Museo de la Semana Santa Marinera.
Entre el público, y de forma anónima, se pudo ver a madres de cofrades que salían en los cortejos, a vecinos del Cabanyal venidos de lejos a ver su ¨fiesta¨, como Pepe Calaforra con su esposa Pura Folguera; o a los responsables de la firma de Indumentaria de Ruzafa Carlos Salvador Taller de Indumentaria, acogidos en casa de una gran familia granadera y cabanyalera, y a gentes desconocedoras de una tradición a la par que la gran ¨fiesta¨ del Marítimo que han mantenido y guardan con esmero gentes de todos los signos políticos, de izquierdas y de derechas pero que en el caso de los primeros no entienden ni sus propios compañeros de viaje porque, sencillamente, no han nacido en el Cabanyal, Canyamelar o el Grao donde ha pervivido la gran Semana Santa Marinera.
El cortejo lo cerró el Santo Sepulcro con sus cofrades ataviados de color blanco rompiendo la tónica de toda una cohorte de tonos oscuros. El piquete militar lo acompañaba y detrás de él autoridades, con el Arzobispo de Valencia y pregonero de 2013, Carlos Osoro, y el vicealcalde del Ayuntamiento de Valencia, Alfonso Grau, yendo en una fila a la par que el edil de Fiestas de Valencia, Francisco Lledó; la edil socialista, Pilar Calabuig, o el también edil del grupo, Pedro M. Sánchez, y el vicepresidente de la junta mayor, Paco Carles.
En la Tribuna de Autoridades la Junta Mayor estuvo el arzobispo hasta marchar hacia el punto de partido del corte del Santo Sepulcro, y Juan Cotino, presidente de Les Corts. En tribuna, además de los citados políticos estuvieron, Isabel Dolz, Félix Estrela, vecinos y nativos del Grao y Cabanyal. La fallera mayor infantil de Valencia, Carla González, y la fallera mayor de Valencia de años atrás, María Pilar Giménez, Piti, y los dirigentes de la Federación de Vecinos de Valencia, José Antonio Barba y María José Broseta, su presidenta, entre otros. Allí permaneció la presidenta de la junta mayor, Begoña Sorolla, con su faz serena pero feliz del buen resultado del cortejo.
Y así fue como todos vieron porque la Semana Santa Marinera es Fiesta de Interés Turístico de ámbito Nacional en un acto donde todos pueden contemplar la gran belleza plástica de los pasos en los últimos momentos de vida de Jesús que todos pueden leer en el Nuevo Testamento.
Luego, al acabar, la Hermandad del Santo Sepulcro trasladó al Cristo Yacente a su local desde donde se trasladará está tarde a la iglesia del Rosario en el día grande de la iglesia cristiana.
Y mención aparte merece el notable comportamiento de las bandas de cornetas y tambores y las bandas de música que ofrecieron un gran repertorio de marchas de procesión con un gran nivel.
VLC Ciudad/Redacción
Fotos: Isaac Ferrera