Granada, 30 sep (EFE).- Un estudio del desgaste dental de 106 personas inhumadas en el yacimiento de Castellón Alto (Granada) constata que hace casi 4.000 años ya existían trabajos especializados por sexos y algunas tareas solo las realizaban las mujeres.
La investigación, en la que participa la Universidad de Granada, aporta curiosidades como que solo ellas se ayudaban de la dentición anterior para la elaboración de hilos y cordajes.
Según detalla la Universidad de Granada, entre el 2200 y el 1550 antes de esta era se desarrolló la cultura de El Argar en el sudeste de la Península Ibérica, una sociedad compleja en la que hubo una diferenciación social basada en el género y la edad y una especialización en la realización de trabajos artesanales relacionados con la cerámica, la lítica, el textil y la metalurgia.
Este saber se refuerza ahora con nuevas aportaciones de este estudio encabezado por Marina Lozano, investigadora del Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social y de la Universidad Rovira i Virgili, que ha realizado con la colaboración de científicos del Laboratorio de Antropología de la Universidad de Granada, entre los que se encuentra Ángel Rubio Salvador, autor también del articulo que recoge la nueva investigación.
En concreto, el análisis del desgaste dental de 106 individuos inhumados en el yacimiento de Castellón Alto (Granada) constata que las mujeres se ayudaban de los dientes, exactamente de su dentición anterior, para realizar tareas relacionadas con la elaboración de hilos y cordajes, en la Edad del Bronce (1900-1600 Antes de Nuestra Era -ANE-).
El desgaste observado con diferentes tipos de microscopía se corresponde con muescas, lascados en el esmalte y surcos oclusales e interproximales producidos por la manipulación de fibras de origen vegetal y animal.
Estos materiales están relacionados con la producción textil y de cestería, de la que hay evidencias en la cultura material de El Argar, pero hasta ahora no se había podido establecer una relación tan directa sobre qué individuos fueron esos artesanos.
Una de las conclusiones más importantes de este estudio es por tanto la evidencia de que ya a finales de la Edad del Bronce -hace casi 4000 años- habría una doble especialización en el trabajo.
De modo que solo un grupo reducido de personas se dedicaba a la artesanía relacionada con la confección de hilos, base de la manufactura textil y, además, lo llevaban a cabo exclusivamente mujeres.
Por otra parte, el hecho de que se haya registrado este comportamiento en los restos de individuos de distintas edades, con un desgaste más pronunciado a medida que son más mayores, permite inferir que esa especialización empezaba en su adolescencia y seguían durante toda su vida realizando esa tarea.
Este estudio se enmarca en una de las líneas de investigación del Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social, que tiene por objeto identificar el uso de los dientes como herramientas.
Además, en este caso se han podido obtener datos sobre la división del trabajo tanto por género como por edad y, en consecuencia, tener una mejor visión del estilo de vida y la organización social de la cultura de El Argar.