Un año después de la DANA, los pequeños comercios siguen hundidos entre deudas y falta de clientes

Más de doce meses después de la devastadora DANA que arrasó l’Horta Sud, la realidad de los pequeños comercios continúa siendo desoladora. Ventas hundidas, vecinos sin capacidad económica y una recuperación que no llega mantienen en vilo a cientos de negocios que aún luchan por sobrevivir.

Redacción | 20 de noviembre de 2025

Un consumo desplomado: “Los vecinos lo han perdido todo”

Tiendas vacías, calles sin movimiento y persianas que nunca volvieron a levantarse. Ese es el paisaje que se repite en Massanassa, Catarroja y otras localidades golpeadas por las inundaciones. La pérdida de poder adquisitivo de los vecinos, obligados a rehacer sus viviendas desde cero, ha reducido al mínimo el consumo local.

“Es muy fuerte lo que ha pasado. La gente lo ha perdido todo y eso se nota muchísimo”, lamenta Ana, propietaria de un pequeño comercio que intenta mantenerse en pie pese a la caída de ventas. Sus clientes habituales, afectados por daños en sus casas y con gastos inesperados, apenas pueden destinar dinero a compras no esenciales.

Verónica: un pedido de 39.000 euros atrapado en el almacén

El caso de Verónica refleja la situación de muchos comerciantes. Su tienda de ropa y regalos vivía un buen momento antes de la DANA, pero ahora se encuentra con un pedido de 39.000 euros sin salida. “Las ventas se han reducido un 50% respecto al año anterior”, explica.

A esta caída se suma el cierre del puente que conectaba su zona con el resto del pueblo. “Los vecinos del otro lado tienen que dar muchas vueltas para llegar aquí. Eso nos ha hecho mucho daño”, cuenta resignada.

Con la campaña de Navidad a punto de comenzar, confía en que los descuentos del 50% atraigan algo de movimiento. “Es nuestra última oportunidad del año”, admite.

Carmen: una agencia de viajes arrasada por el agua y el lodo

Carmen regenta una agencia de viajes en Massanassa que quedó completamente devastada. “El agua lo destruyó todo. Tuvimos que empezar de cero sin saber si volveríamos a funcionar”, recuerda.

Aunque ha conseguido reabrir, las ventas están bajo mínimos. “Vendemos un 60% menos. La gente ha perdido sus casas, ¿cómo van a pensar en viajar?”, afirma. Con dos hijos pequeños, lucha por mantener su negocio mientras encara gastos que no dejan de aumentar.

Comercios cerrados entre Catarroja y Massanassa: un corredor económico paralizado

El trayecto que une Catarroja con Massanassa se ha convertido en un símbolo de la lenta recuperación. Muchos locales siguen cerrados; otros abren, pero sin clientes. Los vecinos describen un problema común: el dinero disponible se va en reconstruir viviendas, muebles, electrodomésticos y reparaciones que aún hoy continúan.

“Si te lo gastas todo en rehacer tu casa, ¿qué te queda para el ocio? ¿Qué te queda para consumir?”, resume un vecino que observa a diario cómo la actividad comercial no termina de arrancar.

Una recuperación que no llega y un futuro incierto

A pesar de los esfuerzos de los propietarios y de diversas ayudas públicas, el tejido comercial de l’Horta Sud continúa muy debilitado. La falta de recursos en las familias, unida a los gastos acumulados, ha frenado cualquier impulso de recuperación.

Más de un año después, las heridas económicas siguen abiertas. Y para muchos negocios, el futuro inmediato depende de recuperar una clientela que, de momento, sigue luchando por rehacer su vida.