La actriz, dramaturga y directora teatral Carolina África llegó a la sala del Teatro Flumen con el estreno de su obra ‘Verano en diciembre’. Hasta el domingo 19 de enero, los amantes de los textos íntimos, cercanos y familiares podemos disfrutar de una obra que fue galardonada con el premio Calderón de la Barca 2012. Con un reparto compuesto por Lola Cordón, Pilar Manso, Virginia Frutos, Almudena Mestre y la propia Carolina África, ‘Verano en diciembre’ habla sobre las relaciones materno/filial y la intrahistoria de esas relaciones. Con un lenguaje directo y sencillo Carolina África pone en escena su mirada sobre la familia dejando al descubierto vidas que se entrecruzan y se separan. A pocas horas de estrenar su obra, El Péndulo de VLCNoticias habla con la directora para conocer más su mundo interior y sus motivaciones para escribir historias.
El Péndulo: Comenzaste a escribir esta historia en Buenos Aires, ¿cómo ocurrió este proceso de escritura?
Carolina África: Sí, sí. Pues se da esta circunstancia porque me conceden una beca, de la Comunidad de Madrid para emplear estudios artísticos en el extranjero, y yo decido Buenos Aires porque me quedé enamorada del trabajo de Claudio Tolcachir y Timbre4 y mi proyecto pasa por conjugar la dramaturgia y la formación actoral y hacer un montón de cursos en Timbre4 y, a la vez, escribir una obra que titulé ‘Verano en diciembre’ porque viajé en diciembre de 2011 y… bueno, fue también un poco un homenaje a mi familia, que somos todas mujeres, eso sí muy ficcionadas pero contempladas desde la distancia; de hecho hay uno de los personajes que tiene una hija que ha viajado a Buenos Aires, entonces… Lo que he hecho es trazar las relaciones familiares con un elemento del que sale fuera, desde el que está en la distancia.
…le ofrecí la dirección aLautaro Perottiy cuando leyó el texto me dijo “Caro, no podés dejar que dirija esto nadie que no seás vos”…
E.P.: ¿Cómo se da la circunstancias de que además de escribir el texto e interpretarla asumas la dirección?
C.Á.: Pues, mira, surge de una manera muy natural, no fue nada pensado. Es simplemente que la escritura de la obra me toca de una manera muy personal y… ya desde la escritura tenía muy pensada la puesta en escena. Es decir, en la escritura ya estaba muy dirigida la obra, de hecho le ofrecí la dirección a Lautaro Perotti y cuando leyó el texto me dijo “Caro, no podés dejar que dirija esto nadie que no seás vos” y… Bueno, la verdad es que me daba mucho miedo porque mi formación es como actriz; estudié periodismo también, pero la dirección era algo que, no sé, aunque he dado clases a alumnos, lo sentía como que me venía un poco grande. Pero Lautaro me dijo “prueba, el texto está muy dirigido y tienes muy claro en la cabeza lo que quieres, así que prueba”. Claro que yo no quería dirigir porque quería hacer uno de los personajes, pero mi personaje tenía algo como que enseguida se enfada y sale hacia afuera y me dijo “ve probando” y…, bueno, fue muy fácil, empezando por que el elenco de actrices, que son maravillosas, y que con mi poquitas notas entendían lo que yo quería y daban más de lo que yo pensaba y… Surgió de una manera muy natural, la escritura y la dirección se complementaron de una forma muy natural y uno de los personajes a los que quería ponerle voz, a Alicia, que es como una artista y es pintora, me resultaba muy próxima, muy familiar y fue saliendo todo de forma muy espontánea.
E.P.: Siendo una obra tan íntima, en un universo de mujeres ligadas familiar y emotivamente, parece que nos encontramos con un perfume chejoviano en el texto, ¿puede ser?
C.Á.: En la función hay cuatro hermanas y hay algo, solo algo, de ‘Tres hermanas’ de Chejov y… no es pretendido pero sí creo que ese universo chejoviano, que a mí me encanta, está presente. Hay algo que, a mí me parece muy interesante ver en escena, que es lo que los personajes cuentan o dicen de sí mismos y la información que al espectador le llega sobre lo que se va tramando, entonces… Sí, creo que la familia, que tiene esas relaciones que son a veces insondables… ese universo de entender esos antagonismos en una mirada o en una conversación está en Chejov pero está en todas las familias. Creo que cuando uno lee algo de Chevoj dice ‘yo me he sentido así’, es como esa risa que está punto de quebrarse con el llanto. Creo que hay algo de Chejov que, a mí como actriz y como creadora, me ha marcado y lo veo reflejado en la familia y en la obra.
…ese universo de entender esos antagonismos en una mirada o en una conversación está en Chejov pero está en todas las familiaslos son. Grandezas y miserias”; es decir, hay una línea chejoviana bañando el texto.
E.P.:En el dossier escribes que “es como hacer un agujerito en la pared para ver los son. Grandezas y miserias”; es decir, hay una línea chejoviana bañando el texto.
C.Á.: Sí, sí, pero es lo que digo, porque es un universo que me toca y que además toca a cualquier ser humano. Chejov toca a los seres humanos en esencia y creo que más esencia que la familia desde la que uno viene poco hay. Eso sí, con un toque de humor. En la vida hay dolor y problemas pero también a dosis de humor.
E.P.: ‘Verano en diciembre’ aborda sentimientos encontrados pero no olvida la sonrisa.
C.Á.: Sí, la obra tiene algo muy tierno, muy dulce y también tenemos a una actriz como Lola Cordón, con 80 años, que está maravillosa. Creo que pasa un poco como la vida, que las tragedias no son absolutas que, de repente, la tragedia está mezclada con un acontecimiento que esconde una sonrisa. Hasta en los velatorios hay alguien que suelta un chiste aunque sea por descargar.
Hasta en los velatorios hay alguien que suelta un chiste aunque sea por descargar.
E.P.: Como un efecto liberador.
C.Á.: Efectivamente. Creo que la risa, en la función, tiene un efecto liberador.
E.P.: La compañía se llama La Belloch, supongo que esto tiene su historia.
C.Á.: Bueno, esto también tiene algo de mágico. Cuando empezamos a montar la función buscamos al personaje de la abuela y nos encontramos con una mujer maravillosa que se llamaba Carmen Belloch, que fue una actriz valenciana, y ella…, bueno se embarcó en el proyecto y estando en el proceso de ensayos le detectaron un cáncer fulminante, que, de hecho, si ves la función, es muy impactante, porque hay algo de realidad y… Carmen hacía una abuela Martina maravillosa y, pese a su enfermedad, siguió ensayando y luego entró a sustituirla Lola, que además era amiga de ella y cuando habíamos cogido el local de ensayos y la compañía no tenía nombre y nos dijimos “pues vamos a llamarla La Belloch” y suponía un homenaje a Carmen y era como poner La Xirgú, ¿no? De hecho Carmen, en viva, vino y vio el cartel que habíamos hecho con un rotular y nos quedó bastante improvisado y…, no sabíamos cómo se lo iba a tomar porque era una mujer tremenda para lo bueno y para lo malo. Tenía mucho temperamento. Y, cuando vio el nombre nos quedamos quietas pensando a ver qué va a pensar Carmen y dijo ella “¡qué pasa que ya me estáis matando!” y le dijimos “no, no, que es un homenaje y estás en la lucha y eres nuestra cabeza de cartel y para nosotras es un honor tener tu nombre, ¿te molesta?” y dijo “¡qué me va a molestar, estoy encantada!”. Sonrió y, sinceramente, nos sentimos muy orgullosas de llevar su nombre en la compañía. Carmen, que tenía su punto de humor, nos engañó y nos dijo que su apellido Belloch venía de su abuelo japonés que era Bellocito y todos nos lo creímos pero más tarde nos dijo “¡pero si Belloch es un apellido valenciano que significa bello lugar!” y luego…, bueno pensamos en qué bonito que nuestro lugar de trabajo, porque tenemos nuestra sede en Madrid, sea un bello lugar, sea el homenaje a una actriz y sea el alma de la función. Ella siempre está con nosotras.
La Belloch: Carmen nos dijo (…) que Belloch es un apellido valenciano que significa bello lugar y luego (…) pensamos en qué bonito que nuestro lugar de trabajo (…) sea un bello lugar, sea el homenaje a una actriz y sea el alma de la función.
E.P.: ¿Cómo lleváis el tema del 21% de IVA en una compañía joven y en plena gira?
C.Á.: Pues se lleva fatal y ha habido una cosa de reinvención que nosotras, Virginia Frutos, Laura González, Almudena Mestre y yo, el equipo de La Belloch, dijimos “esto está muy mal” y funcionamos como un espacio de creación, como una especie de asociación en el que la gente que viene son invitados, son como aportaciones que hacen para subvencionar el espectáculo y ahí sorteamos un poco el IVA pero…, en gira es matador y nos es soportable. Intentamos que haya la máxima difusión para que la gente acuda al teatro porque es muy complicado hacer un trabajo actoral con un IVA desmesurado. En Madrid funcionamos como asociación cultural pero fuera estamos jugándonosla, en la cuerda floja. Desde aquí hacemos un llamamiento a que sepan que el 21% de cero es cero. Esto tiene que cambiar. Somos un poco kamikazes pero vamos seguir insistiendo.
Desde aquí hacemos un llamamiento a que sepan que el 21% de cero es cero. Esto tiene que cambiar.
E.P.: Mil gracias por habernos atendido y te deseamos, y deseamos para la compañía La Belloch, mucho éxitos.
C.Á.: Muchísimas gracias a vosotros y esperamos que la obra guste a los espectadores valencianos.
El Péndulo de VLCNoticias/Jimmy Entraigües/ Javier Furió (Fotos)