Con la novela ‘Todo puede cambiar en un instante’ (Planeta, 2014), la escritora Connie Jett se consolida como una de las autoras más destacadas de la narrativa romántica española. Sí bien su trabajo se enmarca dentro del género de la comedia romántica, su trayectoria la ha ido asentando en historias más complejas, más cercanas y más arriesgadas en donde comedia, sexo de alto voltaje y diálogos chispeantes conviven perfectamente.
Licenciada en filosofía por la Universidad de Buenos Aires y en Comunicación Intercultura por la universidad de Génova, esta argentina, de orígenes italianos y residencia en Valencia, ha cautivado a miles de lectoras y lectores y ha conquistado numerosos premios por novelas como ‘Mi colección de secretos’ o ‘No me llames princesa’.
Se considera una lectora empedernida y desde muy joven sabía que su vocación de escritora terminaría dándole frutos. Eso nos habla también de una mujer que lucha por sus sueños y persevera por ellos.
Desde El Péndulo de VLCNoticias invitamos a Connie Jett a visitar nuestra redacción para charlar con ella sobre su nueva novela. La entrevista tuvo lugar en nuestra Sala creativa ‘Libro, vuela libre’ donde nos encontramos con una mujer generosa en sonrisas, charla y espontaneidad. Para nada uno imagina que esta simpática y agradable mujer sea una autentica factoría de bestsellers.
El Péndulo: Hay una curiosidad respecto a tu nombre. Si lo pronunciamos dos veces suena a ‘conillet’, conejito en valenciano, y…, uno piensa que es un guiño, encubierto, y trasladado a un nombre y apellido más internacional y sonoro.
Connie Jett: (riendo) No, no, en absoluto (sigue riendo). Me llamo Contanza y todo el mundo me dice Connie y… Jett es el apellido de mi madre. Tengo un primer apellido que es Lagrotería ya que somos de familia italiana y…, bueno, daba mucho más juego un nombre sonoro y comerical y…, sobro todo para el universo de la comedia romántica que hay aquí en España que es chick lit (corriente literaria de novela romántica escrita por mujeres y para mujeres entre los 16 y 30 años, esencialmente solteras, surgida en Inglaterra) y…, sonaba mejor Connie Jett que con el apellido de Lagrotería pero sin saber la connotación que aquí, en Valencia, tiene ‘conejito’ (conillet también es una forma de referirse al sexo femenino). Además, tengo un grupo de admiradoras que me siguen y en cada presentación me dicen, ‘¡conejjiiittoo!!! (vuelve a reír). La verdad es que no está hecho a posta pero…, aquí tiene su puntito picante (lo dice sonriendo).
E.P.: En esta novela, ¿introduces muchos más cambios respecto a tus anteriores trabajos? Me refiero a si has decidido volcarte más en el humor, generar más líneas de acciones o focalizar más sobre el personaje principal?
C.J.: La característica principal que tienen todas mis novelas, esta es la cuarta, es que están escritas en primera persona. Siempre es una voz femenina que nos va contando todo aquello que le pasa y siente. Lo que intento es que la lectora se sienta identificada con el personaje , la diferencia que tiene ‘Todo puede cambiar en un instante’ respecto a las anteriores es que es un poco más madura, más arriesgada en cuanto a personajes y acciones y…, hay algunos pasajes mucho más eróticas, son algo más intensas que mis trabajos anteriores y…,a nivel de personajes, ellos van evolucionando de una forma más viva, más madura… En mi anterior novela ‘No me llames, princesa’, ella es una protagonista que está a punto de cumplir de treinta y hace una lista de cosas para hacer antes de los treinta y toda la obra es un juego basado en el humor/comedia; en cambio en ‘Todo puede…” ella está un poco perdida en los cuarenta y, entonces, el personaje tiene otra evolución y creo que es una obra más madura y que toca tema más íntimos. Creo que he sido como más arriesgada a la hora de situar a los personajes y a la hora de ponerlos en conflictos.
E.P.: Aquí el erotismo juego un papel importante.
C.J.: Bueno, sí, sí. A pesar de ser una comedia es muy íntima. Lo que intentaba era que llegara conectar, a conmover a las lectoras o al lector (dice lector con una sonrisa).
E.P.: ¿Crees que la comedia romántica vive un buen momento o es un efecto pasajero?
C.J.: Creo que es un muy buen momento para la comedia romántica en todos los subgéneros que tiene. Por ejemplo, la novela romántica despegó mucho más gracias al efecto de la novela erótica y ‘Cincuenta sombras de Grey’ y…, abrió un abanico a la romántica y…, lectoras de novela erótica y novela romántica siempre hubo y habrá. Digamos que el marketing masivo de novelas como ‘Cincuenta sombras de Grey’, dieron un empujón a la novela romántica.
E.P.: Pero los años ’80 tenían a Danielle Steel como reina de la romántica con amores intensos pero algo ligth en su carnalidad, ¿verdad?
C.J.: (ríe) Sí, sí. Ya pasó la época de Danielle Steel y Corín Tellado. En mis novelas, en particular, intento que sean muy cercanas y que te puedas identificar de forma muy rápida con la protagonista. Que ella sea una peluquera de barrio, como en mi nueva obra, es alguien a quien te puedes encontrar por ahí. Aquí hay anécdotas de mis amigas y de todo lo que una va captando de su entorno. Digamos que la comedia romántica en España, que bebe del chick lit, que es algo más frívolo y del bolsos de Louis Viutton y Chanel, es más Zara, Mango, el día a día, conciliar el trabajo, los hijos, los amoríos y todo en una chica de treinta años que puedes identificar en cualquier parte de Europa o igualmente en Argentina.
E.P.: La peluquería de la novela también es un espacio que funciona como personaje pero, ¿la peluquería donde tú vas te sirvió de referencia y ejemplo para desarrollar la historia o imaginaste cualquier peluquería?
C.J.: (sonríe) Bueno, un poco sí. La idea nace en mi peluquería donde voy siempre a retocarme las mechas o a peinarme y…, me di cuenta que no sabía nada de mi peluquera. Sí que es un espacio para las mujeres al que vas y cuentas cosas y sirve como terapia. La peluquera es el personaje que siempre está presente y haciendo preguntas y…, se acurda del nombre de todas las clientas y…, eso me llamó la atención y era que no sabía nada de mi peluquera en los muy años que voy. Así que decidí imaginarme lo que hay detrás, el qué pasa cuando me voy de la peluquería, era el imaginarme el qué dirán, de qué hablarán. Era imaginarme un poco la complicidad que hay entre las peluqueras y…, cuando estaba elaborando la novela ya iba más a observar y a escuchar pero…, sí que es generalizado y, al final, me inventé un ‘juramento peinocrático’ y ese juramento sirve para todos las peluqueras.
E.P.: Tu juramento tiene algo de reglas casi mafiosas. Su primera regla es ‘Todo lo que pasa en la peluquería, muere en la peluquería’, ¿de verdad es tan sellado como una secta?
C.J.: (ríe) Creo que es un espacio que da la complicidad y el secretismo. Una va la peluquería para que la cambien y siempre sales mejor, sintiéndote bien. El cometido de una peluquera es ponerte guapa y…, partir de esa complicidad se crea hasta un ambiente de amistad.
E.P.: Pero tú hablas de la peluquería del barrio. En una de esas casas de estilismos y coiffure, laboratorio del cabello, alta peluquería, cortes de tendencia…, muy posiblemente sea todo más escéptico.
C.J.: No creas. Aunque parezcan frías buscan la complicidad del cliente hablándote del pelo, de tu estilo… Cuando tú entras a una peluquería te hacen una ficha con tu nombre, tu teléfono… Es lógico que hayan secretos y confesiones y que nada salga de ahí, en principio. Una mujer no es como un hombre cuando va a la peluquería. Un hombre entra le cortan y le retocan el pelo en quince minutos y sale. Una mujer puede tardar tres horas, cuatro horas en una peluquería. La mujer habla en la peluquería. Cuenta cosas, se interesa por la mujer de al lado y nacen conversaciones que empiezan banales y después terminan intimando. Lo que ocurre en la novela es ficción pero sí que hay mucha realidad y mucha imaginación por mi parte.
E.P.: Pero, ¿pudiste investigar lo que hay detrás de una peluquería?
C.J.: ¡Hombre! Sí que he preguntado, he estado allí observando, he estado oyendo y a partir de allí he inventado todo. No tengo amigas peluqueras pero…, hago juegos que coinciden la mujer y la amante en la misma peluquería…, hay chismes, hay secretos. Lo que hay detrás de una peluquería es la vida de cada una y supongo que serán vidas tan complejas como las de cualquiera.
E.P.: ¿Intentaste no caer en los tópicos que uno pueda tener sobre las peluquerías?
C.J.: Para el juramento peinocrático no. Al contrario, cogí todos los tópicos habidos y por haber. Lo comentaba en una presentación del libro. Tú le dices a la peluquera que solo te corte las puntas y ellas te cortan un palmo de la mano, ¡no existe cortas las puntas! (lo dice en tono de humor y riendo). Si tienes el pelo seco, necesitas mascarilla y… ¡eso es a todas! En la novela sí que Cristina, la protagonista, pasa mucho tiempo en la peluquería pero es que es como su familia. Cuando tú pasas muchas horas en tu lugar de trabajo siempre se crean vínculos con los compañeros. Cristina evoluciona tanto dentro de su trabajo como fuera y no hay tópicos en la novela porque todo lo que pasa puede ocurrir en cualquier lugar de trabajo.
E.P.: Y qué partes de libertad te tomas cómo autora dentro del proceso creativo? Me refiero que detrás de los márgenes de la historia, los personajes, las tramas y las subtramas qué elementos te gusta tocar o utilizar para crear tu mundo literario.
C.J.: Pues… Esta es la primera novela en la que me organizo un esquema. Empecé escribiendo a los diecisiete años y lo quería volcar todo y… En mi primer libro hay muchos personajes y muchas historias y lo quieres contar todo en pocas palabras, ¿no? En esta novela organicé fichas de cada personaje y de cada personaje el carácter porque…, hay una personalidad evolutiva, si un personaje es muy cuadrado al final no puede evolucionar. Cuando ya tienes todos estos elementos luego surge la parte creativa. Puedes escribir con libertad pero dejándote llevar por lo que te pide la historia. Hay escenas que te surgen solas. No tengo ninguna manía como escritora porque trabajo y tengo una niña de cinco años y…, mientras la niña está jugando yo voy escribiendo. Sí que me lo divido por capítulos y si me apetece escribir más un capítulo que otro voy jugando con eso. Sí que ahí va un poco más la sensación de crear que la inspiración que te viene. Mis novelas tienen mucho diálogo y son más dinámicas y si me apetece meterme en un diálogo dejo que los personajes empiecen a dialogar. Libertad me la toma toda. Me centro en esquemas, eso lo aprendí evolucionando como autora, y luego tomó las escenas que quiero y voy dejando que las acciones y los personajes se suelten un poco. Hay escenas que las piensas de una manera y luego sale otra, lo que quiere decir que estás en un buen momento de libertad.
E.P.: Connie, te agradecemos que hayas venido a nuestra redacción y ha sido un placer hablar contigo de tu nueva novela. Te deseamos mucho éxito y esperamos que vuelvas a visitarnos.
C.J.: (sonriendo) Pues… Muchísimas gracias a vosotros por invitarme a venir. Me lo he pasado estupendamente y me ha encantado todo lo que hemos hablado. Muchas gracias y espero que los lectores disfruten con la entrevista y con el libro.
El Péndulo de VLCNoticias/Jimmy Entraigües/Fotos-VLNoticias