El exvicepresidente del Gobierno valenciano y expresidente de Les Corts, Juan Cotino, aseguró hoy que “nunca” contrató “nada” con la trama Gürtel y negó, en todo momento, que diera indicaciones al entonces director Canal 9, Pedro García, para que contratara con una empresa de la red de Francisco Correa las pantallas, el sonido y la megafonía de la visita del papa Benedicto XVI a Valencia en 2006.
Cotino, exdirigente del Partido Popular, declaró hoy, martes 2, como imputado ante el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV) en la pieza separada que investiga las contrataciones de la Radio Televisión Valenciana (RTVV) con la red Gürtel para la cobertura del V Encuentro Mundial de las Familias, al que acudió el pontífice.
El exvicepresidente del Consell, que fue recibido a la entrada de los juzgados con gritos de “al infierno” y “ladrón” por los extrabajadores de la televisión pública valenciana, fue imputado en noviembre después de que un informe de la UDEF (Unidad Central de Delincuencia Económica y Fiscal) concluyera que Cotino fue un “elemento nuclear” en la organización de la visita del papa con su participación en reuniones sobre los contratos.
La cuarta de las seis piezas sobre la supuesta financiación irregular del Partido Popular de la Comunitat Valenciana investiga la contratación de RTVV con la mercantil Teconsa para la cobertura de la visita del papa a Valencia en julio de 2006, en la que pudiera haber intervenido el “Grupo Correa”.
Para la Fiscalía Anticorrupción, existen “indicios racionales y fundados” de la “presunta participación de Cotino” -a pesar de no ostentar formalmente ningún cargo en ese momento- “en hechos que pudieran ser constitutivos de delitos de prevaricación, tráfico de influencias, malversación de caudales públicos y cohecho”.
Cotino negó que se reuniera con los cabecillas de Gürtel
En declaraciones a los medios tras salir del TSJ de la Comunidad Valenciana, Cotino negó que se reuniera con Pablo Crespo y Álvarez Pérez, alias ‘El Bigotes’, y calificó los informes de la UDEF de falsos.
El exvicepresidente valenciano, que ocupó también el cargo de director general de la Policía con José María Aznar (1996-2002), solo reconoció que trabajó “estrechamente” con el entonces arzobispo de Valencia, Agustín García-Gasco, en la visita del papa de 2006, como ya lo hizo en 1982, porque siempre que la Iglesia se lo pidió, coloboró con ella. García-Gasco, señaló Cotino, le hizo encargos como viajar a Roma o reunirse con autoridades.
A preguntas de los periodistas, Cotino aseguró que no dio ninguna indicación al entonces director general de RTVV, Pedro García, y que no realizó ninguna gestión en Canal 9. “Podría haberlo hecho si se me lo hubiesen pedido, como hablé con la Cámara de Comercio y otras entidades”, respondió el exconseller.
Cotino también aseguró que nunca le regalaron nada, “ningún chaquetón”, y que, si hubiese sido así, lo habría “rifado” entre los funcionarios. El exdirigente valenciano figura entre el listado de personalidades a los que Orange Market realizó regalos por Navidad, en concreto un chaquetón de Milano por 375 euros.
“Me parece mal que el dinero público acabe en manos de esta o de cualquier otra trama, eso no se debe permitir. Si alguien ha cometido un delito que lo busquen y lo condenen, que pague por ello”, concluyó Cotino, quien insistió en que pudo “meter la pata, pero no la mano” (aunque inicialmente, por error, pronunció la expresión al revés).
Recibido con gritos de “ladrón”
Tanto en el momento de su llegada al palacio de Justicia como en la salida, Cotino fue abucheado por unas decenas de extrabajadores de Radiotelevisión Valenciana, en presencia de numerosos policías.
Cotino fue recibido con pancartas en las que se podía leer “Cotino, no era fe, era negocio” y “Prevaricación valenciana”.
VLCNoticias|Redacción
Es nuestra arma para acabar con la impunidad de los más poderosos.
Te necesitamos a ti también para seguir haciendo un periodismo libre de presiones políticas y económicas
Hay mucho trabajo detrás de una noticia. Contrastar fuentes, redactar, analizar, recabar información… Pero todo esto implica unos costes muy altos, porque aunque parezca una obviedad, hacer buen periodismo, en estos momentos, es complicado.