Siempre que pensamos en tiburones, nos los imaginamos lejos de las costas españolas. Sin embargo, estamos totalmente equivocados, ya que en España hay más tiburones de los que pensamos y podemos encontrarnos hasta 50 especies distintas. La más común es la tintorera.
Estos seres tan temidos por todos, se han detectado en zonas de playa, y han llegado a causar (aunque en pocas ocasiones) mordeduras a algún bañista. Afortunadamente, nunca ha pasado algo trágico. Según señalan los expertos, la posibilidad de que durante nuestras vacaciones nos encontremos en peligro real ante un tiburón es ínfima. De hecho, en España, solo se tienen confirmados tres casos de ataques.
El tiburón más común que se deja ver por las costas españolas es la Tintorera, que de media mide 2,5 metros y pesa de 80 kg. También ha llegado a nuestras aguas el tiburón Cañabota gris, que alcanza casi los 5 metros de longitud y puede pesar más de 1000 kg. Este último suele estar en aguas tropicales, pero también habita en el mar Mediterráneo.
Otras especies que se pueden ver frecuentemente en España son los pintarrojas y los cazones, más populares como platos de cocina, en vez de representar un peligro real para los bañistas. Los pintarrojas miden poco más de un metro y pesan unos 3 kilos.
La gran mayoría de los tiburones que habitan en España, no forman parte del grupo de seres marinos peligrosos. Pero también existe un mito, por ejemplo, respecto al tiburón blanco, famoso por su gran tamaño y ferocidad que mide entre 4 y 6 metros, ya que, pese a su fama, no representa un peligro real en cuanto a mortalidad.
El tiburón peregrino es el tiburón gigante más pacífico del Mediterráneo, y mide hasta 10 metros de longitud. Suelen frecuentar zonas donde hay mucho alimento y durante el invierno se dirigen al Caribe y las Bahamas, El tiburón zorro, por su parte, suele medir entre 3 y 5 metros, y tiene una cola que es prácticamente la mitad de su cuerpo, y también se puede encontrar por la zona mediterránea.