La ubicación de un puesto de churros y buñuelos protagoniza la polémica entre dos fallas vecinas en pleno centro histórico de Valencia ciudad.
Como suena. Ayer, según nos informaban fuentes de la propia comisión, agentes de la Policía Local instaron al presidente de la comisión Falla Plaza de la Merced a cambiar de ubicación un puesto de churros y buñuelos porque, según se les había indicado previamente, ocupaba, por dos centímetros, parte de la demarcación de la vecina Falla Mercat Central.
Tan exigua distancia llama la atención en un momento en que las diferentes comisiones falleras comienzan a montar sus carpas, tenderetes y montajes de cara a la Semana Fallera, labores que en rincones tan céntricos de nuestra ciudad como el barrio de El Mercat cobra más dificultad aún si cabe. No en vano, la especial ubicación y orografía de la demarcación de la Falla Plaza de la Merced le impide, por ejemplo, habilitar una carpa desde hace años por falta de espacio que satisfaga las normativas de seguridad municipales.
En el caso concreto que nos ocupa, el establecimiento motivo de la discordia se hallaba en la plaza dels Porxets, junto al busto de Vicente Blasco Ibáñez, un espacio que, según la hoja de demarcación de 2005 y el plano de 2010, ambos de Junta Central Fallera, pertenece por entero a la Falla Plaza de la Merced. Sin embargo, según la Policía Local sobrepasa los límites en dos centímetros.
El presidente de la Merced, don Carlos Solans, lamentaba ayer lo que a todas luces puede considerarse como una petición más que absurda y, de hecho, consultada la comisión de incidencias de la Junta Central Fallera, se indicaba desde ésta que una distancia de dos centímetros no justificaban una denuncia. No obstante, a la hora de publicar esta noticia, los agentes obligaban a la falla Plaza de la Merced a desmontar la churrería.
VLC Ciudad / Redacción