El CAU Valencia se desplazaba a Marbella con dos equipos, uno para competir por el Campeonato de España y otro en el Torneo Nacional para que siguieran creciendo los jugadores. En el campeonato solo entraban los ocho mejores conjuntos del país y se esperaba una dura pugna por defender la condición conseguida el año anterior en Valladolid. Este campeonato se disputa al KO. Cuatro equipos por grupo. Partidos de dos tiempos de 17 minutos y la final de dos de 20, en dos jornadas. Muy duro.
El equipo inició el campeonato contra el CRC, un viejo rival con el que nos reencontramos año tras año. El primer encuentro siempre es difícil, pero el equipo supo afrontarlo como corresponde y la primera victoria llegó. Luego tocaba el turno de la UE Santboiana. El decano es un compañero del torneo Melé y ya sabíamos de su potencial, pero reconozcamos que nos sorprendió su progresión. Si lugar a dudas el rival más difícil en los últimos tiempos.
Empate en el grupo y solo el primer clasificado jugaría la final. Además iniciábamos la jornada por que UES podía saber qué resultado necesitaba. El partido que habría la competición contra el Getxo marcaría el devenir del campeonato. Pero el equipo había digerido la lección de Sant Boi y puso la máquina a funcionar. Ganar por 61 ? 0 al campeón vasco en 34 minutos no está al alcance de muchos, pero nuestros chicos ya estaban en la final.
A las 14 h, tras tres duros encuentros, el CAU Valencia y el anfitrión Marbella se enfrentaban en una preciosa final, con un campo repleto de aficionados y jugadores.
En una situación complicada por la tensión a estas edades los dos conjuntos hicieron lo que mejor saben, jugar. Es Marbella un grande del rugby de formación en España, la semana anterior campeón S18 metiéndonos 39 puntos en la fase de grupos, y afrontó el encuentro como es, a cara descubierta y al ataque.
Tras la ventaja inicial de los locales por un GC, la avalancha rojinegra inició su juego, ese que entusiasma a todos, a los jugadores los primeros. Unos tras otro los ensayos llegaban y ambos equipos no cejaban en su empeño de jugar y jugar. Eso hizo que los aficionados disfrutaran de buen rugby, que en este país también se hace. Al final el 40 8. La celebración fue por todo lo alto entre los familiares, jugadores y equipo técnico.
VLC Ciudad/Redacción