Los ecos del “juego mágico” entablado por los artistas Willy Ramos, Eusebio López y Juan Barberá han traspasado las fronteras del arte hasta la solidardad gracias a la subasta que acogió el Muvim y que recaudó 11.000 euros para la Casa de la Caridad. Cerca de 350 personas participaron en esta puja de 22 dibujos realizados a seis manos, 18 de los cuales han sido expuestos con notable éxito en el MuVIM para inaugurar la nueva Sala Parpalló.
Al acto solidario asistió la diputada de Cultura de la Diputación de Valencia, Maria Jesús Puchalt, el presidente de la Casa de la Caridad, Antonio Casanova, los tres artistas solidarios, el coordinador del área de Cultura de la Diputación de Valencia, Antonio Lis, la directora del Museo Taurino, Flaminia Guallart, el director de la Institució Alfons el Magnànim, Ricard Bellveser y el director de la UNED, Javier Paniagua, entre otros.
La diputada Puchalt ha explicado que esta iniciativa es “muy positiva puesto que la diputación aporta su granito de arena y ofrece una muestra de solidaridad a las personas que lo están pasando mal”.
Por su parte, el presidente de la Casa de la Caridad, Antonio Casanova, ha agradecido la generosidad de la Diputación y ha destacado la importancia de “poner en marcha proyectos tan brillantes como este”, puesto que, según manifiesta el responsable de la organización, “ayuda a los más desfavorecidos e impulsa la carrera profesional de jóvenes artistas”.
“La corporación provincial es una institución que se vuelca con nuestra labor y nos apoya siempre para seguir adelante con nuestro proyecto solidario”, ha finalizado Casanova.
Por último, el artista Willy Ramos comentó que un juego mágico “alberga cerca de 500 obras, de las cuales se seleccionaron 22 para la exposición que acogió la sala Parpalló”.
Para el artista, la organización de una subasta “era una buena forma de finalizar este proyecto expositivo, trabajando codo con codo con la Casa de la Caridad, una institución valenciana que alimenta a más de 500 personas al día”.
Las obras, que salieron a subasta a un precio simbólico de 200 euros, sobrepasaron la cifra de 11.000 euros. Cuatro de ellas se vendieron por un precio final de 1.000 euros.
VLCCiudad/Redacción