Varios heridos cuando un tren ha quedado atrapado en el #IFBejís.
Los heridos están siendo atendidos en la estación de #Caudiel están siendo por efectivos de @GVAsanitat, @CruzRojaCS y @UMEgob pic.twitter.com/7XGoFKdgze
— NoMePisesLaManguera (@PlinioElGuapo) August 16, 2022
La demora en la transmisión de alertas entre administraciones propició que el tren que cubría el trayecto entre Valencia y Zaragoza se metiera el martes por la tarde en la boca del lobo del incendio que está asolando Bejís y la comarca del Alto Palancia, en la provincia de Castellón, con ya más de 4.000 hectáreas calcinadas y varias poblaciones evacuadas. Ocho pasajeros, tres mujeres con heridas graves y pronóstico reservado por las quemaduras, tuvieron que ser hospitalizados y otra decena recibió asistencia sanitaria por el efecto de las llamas cuando trataron de abandonar el convoy en el que viajaban en el momento en que la maquinista tuvo que parar el tren en el tramo entre Masadas Blancas y Barracas.
Las escenas de pánico, con rotura de cristales y puertas forzadas intentando salir al exterior, alcanzaron el cénit cuando la ferroviaria, a la vista de que se estaba metiendo en el incendio, decidió parar la locomotora diésel del vehículo de media distancia, Serie 599 de CAF, y moverse hacia la cabina situada en el otro extremo del convoy para dar marcha atrás y tener visibilidad. En estos instantes, según la información que ha circulado desde responsables de Renfe hacia los sindicatos ferroviarios, algunos pasajeros se pusieron nerviosos y trataron de regresar a pie, viéndose afectados por el humo y el calor del fuego. Tras meterse de nuevo en los vagones, la maquinista volvió a la estación de Caudiel, donde los heridos pudieron recibir los primeros auxilios.
A la espera de conocer la evolución de los heridos con cuadro clínico más complicado, lo que es cierto es que el suceso podría haber derivado en una tragedia mucho mayor si el tren llega a quedar atrapado por las llamas. La Policía Judicial ya ha iniciado una investigación. La pregunta que todo el mundo se hace es por qué el tren se adentró en un trazado fuertemente castigado por el fuego. Fuentes de Renfe consultadas por El Confidencial aseguran que no recibieron ningún aviso por parte de Protección Civil y la Agencia de Emergencias dependiente de la Generalitat y justificaron la conducta de la maquinista.
La compañía estatal ha trasladado a los representantes de los trabajadores que en el momento en el que el convoy iba a atrevesar la zona, la información de la que disponían ADIF y Renfe era que el incendio se encontraba a cinco kilómetros de las vías, aunque la situación de los vientos era de mucha incertidumbre. Fuentes de la sección ferroviaria de CGT aseguraron que ni la maquinista ni el responsable de circulación tenían ninguna advertencia de que no se pudiera transitar por esas vías. Se trata de un tramo muy empinado, donde el tren circula despacio, a velocidades de entre 50 y 60 kilómetros por hora de media. Es una vía con muchos problemas en cuanto a prestaciones, cuya mejora ha sido históricamente reivindicada desde Aragón y Valencia. El Gobierno está en fase de adjudicación de obras para completar su electrificación.
Un cambio brusco en la condiciones del viento, que comenzó a soplar de noroeste y a empujar la lengua de fuego hacia el sur, provocó que las llamas consumieran en pocos minutos la vegetación hasta acercarse a las vías. Es la misma versión que ofreció el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, al ser preguntado el martes por la noche sobre el accidente.
El barón socialista, que lleva varios días trabajando con los coordinadores de emergencias en los puestos de mando del incendio de Bejís y, también, en el de Vall d’Ebo en Alicante, aseguró que «en un momento determinado un episodio de viento ha hecho llegar a la vía el fuego. A partir de ese momento -dijo- ha habido distintas versiones que creo que no me corresponden a mi analizar». Y añadió que Renfe «dará las explicaciones oportunas de lo que ha pasado». La empresa ferroviaria estatal, no obstante, trasladó el mensaje de que no había recibido ninguna alerta a tiempo de evitar que el convoy se acercase a la zona en llamas.
El fuego de Bejís tiene en jaque una comarca de alto valor ecológico. La Comunidad Valenciana ha visto cómo esta semana las llamas han calcinado amplias extensiones de dos porciones de su territorio de alto valor paisajístico. El incendio de La Vall d’Ebo supera las 11.000 hectáreas, con un perímetro de 80 kilómetros, y el ascenso de la humedad parece haber dado una tregua. El del Alto Palancia, con varias poblaciones afectadas como Sacañet, Alcublas o Jérica, alcanza un radio de 50 kilómetros y 4.000 hectáreas. Más de 2.000 personas han sido desalojadas en total.
Meido centenar de medios aéreos y decenas de bomberos, brigadas y efectivos terrestres trabajan para tratar de contener el avance de las llamas. Hay esperanza de que las tormentas previstas a partir de esta tarde, tanto en Castellón como en el norte de Alicante, puedan aliviar y ayudar a estabilizar los incendios. El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, se ha trasladado al puesto de mando avanzado de Viver, donde ha mantenido un encuentro con Puig y responsables de la Generalitat. También la ministra de Ciencia, Diana Morant se ha desplazado al puesto de mando de La Vall d’Ebo.