4 de enero de 2015
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El Valencia CF acaba con el Real Madrid CF en una inmensa segunda parte (2-1)

Aún no eran las cinco de la tarde y Mestalla ya respiraba por los cuatro costados el ambiente de las grandes ocasiones, de esos partidos que hacen afición y que por supuesto significan más de tres puntos. Todo hacía presagiar que, al margen del resultado, íbamos a presenciar un espectáculo futbolístico de altos vuelos, como así fue.

Una temperatura que muchos ya quisieran en Primavera colocan en Valencia algo más de 24 grados, un marco privilegiado para disfrutar de una magnífica exhibición de fútbol, recibió a ambos conjuntos para el calentamiento previo. Era una tarde especial por muchos motivos. Estaba la polémica con el siempre controvertido Sergio Ramos, especialista en calentar partidos, especialmente los de mayor rivalidad, como era el caso. La salida del Real Madrid ya levantaba entonces la primera oleada de ‘sentiment’…, en su contra, claro.

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Enzo Pérez tuvo la oportunidad de debutar en Mestalla siendo titular en la media junto a Andre Gomes y Parejo. Foto: VCF

Nuno apostó por un once formado por Diego Alves en portería; Mustafi y Otamendi como centrales; Barragán y Piatti por las bandas; Enzo Pérez -que debutaba como titular-, André Gomes y Parejo en la media; Orban en el enganche; y Paco Alcácer y Álvaro Negredo en el ataque.

Finalmente, Nuno dejaba en el banquillo a Rodrigo y Feghouli, renunciando así a los dos jugadores más veloces, pero en aras, por un lado, de dar más serenidad al juego valencianista y, por el otro, emplear a Orban para tapar las acometidas del galés Bale.

Por el Real Madrid, Ancelotti ponía en liza a un once que solo mencionarlo daba miedo aunque, como luego se pudo ver, no a los valencianistas: Iker Casillas en portería; Pepe y Sergio Ramos -que al final llegó a tiempo en su recuperación-, como centrales; Marcelo y Carvajal por las bandas; Isco, Kroos y James en el centro del campo;  y Benzema, Cristiano Ronaldo y Bale en ataque.

El club hacía en los prolegómenos del encuentro su particular homenaje al utillero ‘Serreta’, que en pleno entrene del primer equipo en Paterna esta pasada semana cayó fulminado por un derrame cerebral y se halla hospitalizado. Para él, el recuerdo más cariñoso de Mestalla. En las Redes Sociales y en las pantallas del estadio, esta imagen para él.

serreta

El tifo con que recibía Mestalla a su equipo era algo más que impresionante, como impresionante fue también el recibimiento que un graderío lleno a rebosar, entregado, tributó al VCF Infantil y el VCF Alevín que se han proclamado campeones de la Aragon Cup esta misma semana. Ese es el futuro y el presente del valencianismo.

tifo

Se había formado cierto revuelo con el tema del pasillo que el Valencia CF debía hacer al rival por haber conseguido el Mundialito de Clubes, pero el club de Mestalla lo ha solucionado en una acertadísima e inteligente solución: justo por detrás del equipo madridista salían a césped los chavales campeones, con lo cual, la grada dejó de lado a los madridistas para aplaudir a rabiar a sus futuros cracks. Ése fue el primer pulso ganado por los de Mestalla.

infantil

Pero el partido no dejó ni sentarse al público, como suele acostumbrar a hacer el equipo de Nuno. Nada más empezar, un buen centro de Piatti y otro tiro al área de Paco Alcácer hacían levantar a Mestalla por dos veces. El Valencia CF mandaba sobre el césped y llevaba peligro con una facilidad insultante, ante un sorprendido Real Madrid.

El Valencia tapaba muy buen las líneas, con una defensa muy ordenada en la que de nuevo Nicolás Otamendi se erigía en emperador del césped. Orban comenzó muy pronto la razón a Nuno al sacarlo como titular, puesto que desactivaba por completo la banda derecha del Madrid anulando a Bale por completo.

Con la impotencia madridista, aparecieron los primeros malos modos y el protagonismo del colegiado Gil Manzano, que consiguió hacer ‘amigos’ en Valencia enseguida. Primero llamaba al orden a Sergio Ramos, al que le dijo aquello de “pito yo y basta” en una protesta que de venir de un jugador de cualquier otro equipo, habría significado la tarjeta. Pronto se aclararía el misterio: en la siguiente jugada, el ‘trencilla’ se sacaba un más que riguroso penalti por mano de Negredo que desde los once metros convertía en gol el de siempre, Cristiano Ronaldo. 0-1. Así es fácl alcanzar el balón de oro.

En el siguiente ataque, un Ramos ‘crecidito’ se llevaba la amarilla en el círculo central por una falta innecesaria, de las suyas, de las de ‘cuidado conmigo que soy del Madrid’. Ley de compensación que hacía saltar a Mestalla.

En otra decisión cuanto menos cuestionable del árbitro, Isco inflaba a faltas a André Gomes sin que Gil Manzano concediera ni falta, y como un lógico final de un episodio así, la jugada acababa con el portugués entendiendo el rasero como equidistante y ‘siega’ al malagueño. Pero al jugador valencianista sí se le pita falta…, y tarjeta amarilla. La primera de una auténtica colección.

Pero el Valencia iba a lo suyo. Un control impresionante de Negredo no lo alcanzaba Piatti porque, sencillamente se rompió intentando llegar. Primera contrariedad ante la que Nuno se veía obligado a reaccionar cambiándolo por el joven Gayá. Que por cierto, la lió el árbitro en el cambio…, este trencilla no sabía ni dónde estaba y el respetable comenzaba a exasperarse.

orban

Enzo Pérez probó en sus carnes lo que es el arbitraje español: por comentar “sos muy malo” -qué insulto más deleznable, pardiez-, Gil Manzano vio suficiente motivo para mostrarle tarjeta amarilla. Pero el Valencia, insisto, iba a lo suyo. Una jugada maestra de André Gomes que se agiganta día a día fue cortada por el árbitro por una inexistente falta a Kroos cometida por su compatriota valencianista Mustafi. El del Real Madrid se ha apuntado a clases de arte dramático, por lo visto. Segunda tarjeta amarilla.

Pero aún quedaba por ver la peor imagen de un Real Madrid que no podía frenar al Valencia, y optó por las malas artes. En un saque de esquina a favor del Real Madrid, Sergio Ramos se fue directamente, sin balón ni posibilidad de jugarlo, a golpear a Álvaro Negredo por detrás, y sabiéndose señalado, se dejaba caer para atenuar el efecto de agresión de su acción. Lo consiguió. El árbitro se comió una roja como un castillo de grande y de fácil de ver. Acababa de reinventar el reglamento, el trencilla.

Como lo hizo en la siguiente jugada: Isco atropellaba a Gayá como si fuera un tren, aunque aquí sí tiró de tarjeta amarilla y se la mostró al malagueño.

El Valencia CF seguía siendo una avalancha imparable mientras que el Real Madrid no podía llegar a Diego Aves. Una internada de Barragán, al arrastrar Negredo a la defensa merengue, dejaba al canterano en franquicia para disparar a puerta, pero se encontraba con la espalda de Benzema. Una lástima, pero esta misma jugada se repetiría en la segunda parte hasta dos veces, una de ellas fructífera.

barragan

Y seguía la colección de tarjetas amarillas con las que el árbitro cargó al equipo valencianista, seguramente para asegurarse un plácido segundo tiempo -qué capacidad de adivinación- en el que el equipo local no diera problemas. Alcácer recibía una al frenar en falta un arranque de Pepe en el círculo central. Justo después, enseñaba otra a Parejo por molestar en el saque a un Casillas que se recorría todo el área para sacar con la mano.

La primera parte se cerraba con un jugadón de André Gomes, que se zafaba de la mitad de la defensa madridista en la medular y se sacaba un disparo seco que daba en la espalda de un defensa merengue y se iba al palo de la puerta defendida por Casillas. El rechace lo recogía Alcácer pero el torrentino, en vez de levantar el esférico ante la salida de Casillas, intentaba el pase a su derecha y el portero la salvaba ‘in extremis‘.

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El Valencia CF comenzaba el segundo tiempo como había acabado el primero, con un trallazo de André Gomes lamiendo el palo de Casillas desde fuera del área. Enchufadísimos los valencianistas en estos primeros minutos del segundo tiempo, volcados a conseguir el empate cuanto antes.

Gol que conseguiría Barragán que en una fotocopia de la jugada del primer tiempo disparaba, golpeando el esférico en las piernas de Pepe, y despistando así a Casillas. Ahora sí, el estadio explotaba de alegría haciendo temblar toda la estructura con un unánime “¡Sí se puede!” y “¡A por ellos, oé!”

2-1

Bale atropellaba a Alves en el área pequeña y el árbitro, en vez de afear al galés una clara falta tipificada en el reglamento -en el área pequeña no se puede tocar al portero ni para felicitarle el cumpleaños- se iba al brasileño creyendo que estaba perdiendo tiempo para reclamarle que se levantara. Este Gil Manzano no es de nevera, es de congelador atómico.

Cristiano Ronaldo aparecía, novedad, para disparar -por llamar algo a lo que hacía- desde fuera del área en el minuto 60. Eso es todo lo que le dejaba acercarse la defensa valencianista. Mestalla rugía con un limpio “uuu”, cuando la pifiaba el portugués, que fue unas cuantas veces.

Una maravilla en la banda de Gayá levantaba la admiración de la grada, pero era parado en falta por Carvajal cuando se internaba, por banda izquierda, en el área merengue. Por fin, el colegiado entendía y le mostraba la tarjeta amarilla para el madridista. En la misma jugada, sacaba de corner el Valencia CF y Otamendi, inconmensurable, cabeceaba limpiamente a la red del Real Madrid CF. 2-1. Mestalla se venía abajo.

20150104 Liga BBVA Valencia CF v Real Madrid

El Valencia CF no daba el partido por ganado, y menos teniendo delante a uno de los mejores equipos del mundo -dicen que el mejor-, e intentó aprovechar que el Real Madrid estaba totalmente hundido. Barragán tuvo el tercero en sus pies, tras una jugada del Valencia digna de Oliver y Benji, pero la marró en un mano a mano con Casillas.

Se iba Barragán, despedido como un héroe por la grada, y entraba, con Feghouli, más velocidad a la banda. Madre mía. Ahí estaba el ‘Cacahuete’ del Valencia CF!

El Real Madrid hacía un doble cambio y confiaba su ataque al oportunismo de su canterano estrella, Jesé. Algo de magia sí le hacía falta al equipo merengue para hacerle algo de ‘pupa’ a este numantino Valencia CF.

En el ’79, se iba un vaciado Negredo -estuvo en todas, el crack valencianista- y entraba Rodrigo, refrescando el ataque y dejando al siempre sorprendente Alcácer como único 9.

Pero enfrente estaba el Real Madrid CF, el del orgulloso Cristiano Ronaldo, y ni mucho menos iban a tirar la toalla. Los últimos minutos fueron de absoluto acoso a la portería de Alves. Orban cortaba por enésima vez en la banda izquierda. El argentino estuvo inmenso esta tarde.

Diego Alves se unía a la fiesta y rechazaba un remate a bocajarro de Cristiano Ronaldo en el minuto 84. La grada rugía. Qué equipo, señores! El Real Madrid, sin embargo, era la viva imagen de la impotencia. No hubo fantasmas de lo ocurrido contra el Barça y en el 93 acababa el partido con un éxtasis valencianista al haber ganado al equipo imbatible de esta Liga. Es muy grande lo que ha hecho el Valencia CF esta tarde.

victoria

Y ahora, a ver qué nos han dejado los Reyes…

VLC Noticias | Javier Furió. Fotos: Lázaro de la Peña (VCF) y VLC Noticias

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