El cuerpo de Policía Nacional se vestirá este jueves de gala para celebrar la festividad de su patrón los Santos Ángeles Custodios, los arcángeles San Gabriel, San Rafael y San Miguel.
Pero este año lo será un poco menos, debido fundamentalmente a que los agentes afiliados al Sindicato Unificado de la Policía (SUP) no han podido escoger otra forma de reivindicar sus derechos, al menos no sin perjudicar, directa o indirectamente, al ciudadano, que al fin y al cabo es ajeno, si no sufridor también, de los motivos de queja del colectivo. Los agentes afiliados al SUP no acudirán a la misa de campaña que con motivo del Patrón se celebrará mañana en el Veles e Vents, en una acción que secundarán los compañeros de otras ciudades por todo el país.
El sindicato policial se queja, entrando ya en materia, de la precaria situación laboral que atraviesa el colectivo al que representa, apuntando directamente a la Dirección General de la Policía como foco de sus reivindicaciones. Según la asociación sindical, la DGP no adapta la normativa de bajas e inasistencias a su singularidad laboral -razón por la cual aseguran perder dinero- al verse obligados a acudir al trabajo enfermos/as sin importar si dicha enfermedad se ha producido por contagio en el ejercicio de su labor, ya que cualquier dolencia es catalogada como enfermedad común.
Sólo es la punta del iceberg. Desde la imposición del saludo militar tratándose de un cuerpo civil -problema de anacronismo que conlleva expedientes sancionadores cuyo número va en aumento-, pasando por la mala dotación de medios materiales y personales para el adecuado desarrollo de sus funciones, hasta el estancamiento de la adaptación a la legislación en lo que a Riesgos Laborales se refiere, disparidad de criterios en lo que a la valoración de las dietas dependiendo de las escalas, tributo de la indemnización por residencia habitual, etc.
El SUP, por boca de su secretario en Valencia, Roberto Villena, consultado al respecto por este diario digital, denuncia una alarmante arbitrariedad en la concesión de condecoraciones que, claro está, comporta suplementos dinerarios en la percepción del salario y que, en su opinión, acaba convirtiéndose en compensación encubierta de la reducción salarial impuesta por el Gobierno a los funcionarios pero afectando dicha compensación sólo a ciertos estamentos dentro del cuerpo, lo que a todas luces se revela como una gran injusticia.
En concreto se habla desde SUP de condecoraciones que se otorgan, por Ley, sólo en caso de resultar herido un agente en acto de servicio, y que sorprendentemente terminan otorgándose a personas externas al cuerpo, como directores de hotel, actrices, etc., y en el caso de personal interno, a puestos de responsabilidad administrativa y de otros órdenes que, indudablemente, rara vez se enfrentan al servicio activo en la calle y, por consiguiente, es altamente improbable que reciban heridas en acto de servicio. Por el contrario, el cupo de agentes ‘de calle’ que reciben estas condecoraciones es cada vez más exiguo hasta el punto de quedar en un plano casi testimonial, anecdótico.
Por ello, y para no repercutir su acción de protesta contra quien no tiene responsabilidad alguna en esta serie de problemas como es el ciudadano, se decidió en el comité nacional del sindicato policial no acudir a los actos programados para la celebración del Día del Patrón.
Son comentarios de los representantes del SUP hechas ayer en Valencia, durante la celebración del Curso de Técnicas de Comunicación Policial que la organización sindical ofreció a sus afiliados en la Alameda, en el salón de actos del edificio de Cajamar, frente al Palau de la Música. En este curso se enseñaba a los agentes a utilizar el lenguaje de forma adecuada como herramienta para solucionar los problemas habituales en el ejercicio de sus funciones sin tener que utilizar la fuerza en sus actuaciones.
VLC Noticias / Texto y fotos: Javier Furió y José Cuñat