Gracias al yoga, podéis ejercitaros físicamente tu y toda la familia de una manera saludable. Su práctica ayuda a los niños a desarrollar el equilibrio, la flexibilidad y la coordinación. Este equilibrio físico, por otro lado, se ve también reflejado en su equilibrio mental (y emocional, como decíamos antes).
Se trata de una disciplina que les ayuda a tener una buena conciencia corporal, que se traduce en una buena postura, cuidando la alineación de las distintas partes del cuerpo. El yoga mejora, además, la circulación sanguínea, cuidando de su salud y haciendo que su cuerpo funcione correctamente y lleno de energía.
Para ejecutar sus movimientos de manera satisfactoria, son necesarios algunos conocimientos básicos, que te ayudan a obtener una alineación adecuada. Pero no siempre tenemos el tiempo o el dinero para acudir a clases presenciales para que nos enseñen. Aunque con los tiempos que corren esto está más que resuelto con las Apss para hacer Yoga, que te permitirán practicar yoga sin salir de casa y dedicando el poco tiempo que tengas. Las nuevas tecnologías unen sus fuerzas con esta disciplina milenaria.
El yoga estimula el cuerpo en su totalidad: trabaja, masajea y activa todos los órganos y todos los tejidos, también las glándulas, no trata de moldear tu cuerpo, sino tu vida. El yoga es la unión del bienestar físico y mental donde el equilibrio es el protagonista. Al trabajar con todos los músculos, esta disciplina ayuda a tener un cuerpo fuerte, flexible y saludable, una piel suave y elástica, y una mente tranquila y relajada.
Tipos de yoga y expresiones.
Dependiendo la exigencia, fuerza, necesidad y gusto se pueden diferenciar al menos 4 tipos de yoga:
– Hatha Yoga: Estilo tradicional que se concentra en la postura corporal, la relajación y la rehabilitación.
– Acroyoga: mezcla la sabiduría del yoga clásico, la energía dinámica de la acrobacia y el poder de las artes curativas, cultivando así la confianza, la alegría, y la empatía.
– Ashtanga Yoga: Es el más completo y armonioso, ideal para aprender a tener control de sí mismo.
– Surya Vinyasa Yoga: Este tipo de clases de yoga tienen la particularidad de acompasar cada postura con una inspiración, retención y exhalación, lo que hace que se trate de movimientos fluidos y conscientes.
Las posturas de Yoga más usadas
Comienza a explorar las sensaciones positivas y los beneficios de esta práctica, con estas posturas básicas fundamentadas en los cuatro movimientos naturales de la columna para fortalecer, flexibilizar y mejorar tu espalda sin tener que moverte de casa.
La pirámide. De pie, con las rodillas estiradas y los pies en paralelo, adelantamos una de las piernas y flexionamos el tronco hasta tocar con las manos el pie adelantado. Relajamos la musculatura y sentimos como el cuerpo se destensa.
Postura de la cobra. Nos colocamos boca abajo en el suelo con las piernas estiradas y a continuación, elevamos el tronco ayudándonos con los brazos. La pelvis debe mantenerse pegada al suelo y las palmas de las manos en paralelo.
Savasana. Sin duda, una de las posturas más importantes del yoga a pesar de su aparente sencillez. Nos tumbamos en el suelo mirando hacia arriba, con las piernas extendidas y ligeramente separadas, y los brazos a los lados del tronco con las palmas mirando al cielo. Cerramos los ojos y vamos repasando mentalmente todo el cuerpo, relajando cada parte poco a poco.
Flexión hacia adelante La flexión hacia adelante es perfecta para evitar los dolores de espalda. Esta flexión de caderas y columna hacia adelante proporciona un estiramiento profundo a toda la musculatura posterior del cuerpo relajando los tejidos y el sistema nervioso. Si no llegas a meter las manos debajo de los pies, flexiona las rodillas lo que necesites. Una variante más sencilla es flexionar hacia adelante y sujetar los codos con las manos”, nos cuenta.
Extensión hacia atrás Esta postura tiene un efecto activador y consiste en activar las piernas y empujar con las manos hacia el suelo a la vez que elevas el pecho usando los músculos de la espalda, sin llegar a despegar el abdomen
Torsión de columna Tumbado sobre una colchoneta o una alfombra, mantén los hombros en apoyados para abrir bien el pecho y estira las piernas sujetando donde llegues, puede ser los pies, los gemelos o a la altura de las rodillas. La cabeza siempre gira en sentido contrario a las piernas; una vez ahí respira profundo y permite que los tejidos cedan.
Lateralización Las posturas laterales tienen como finalidad abrir los costados del torso, ayudando a soltar el diafragma, músculo responsable de la respiración y donde se acumula mucha tensión emocional. Estas posturas o asanas deberían mantenerse durante un mínimo de cinco respiraciones tranquilas y profundas, si es más tiempo, mucho mejor.