La manifestación en Valencia por la vivienda critica al Gobierno
Con un retraso de aproximadamente diez minutos, a las 18:30 comenzó en Valencia una manifestación en defensa de la vivienda. Los participantes iniciaron su camino desde diferentes puntos de la ciudad con el objetivo de confluir en la plaza del Ayuntamiento, donde la concentración alcanzó su mayor número. Los manifestantes dirigieron sus críticas hacia el Gobierno nacional, Carlos Mazón, y quienes participan en el mercado de alquileres, considerándolos responsables de la crisis habitacional. Entre los cánticos se escuchó con frecuencia “Políticos, cobardes”. La Delegación del Gobierno cifró la asistencia en alrededor de 4.000 personas, lo cual no la convierte en la marcha más multitudinaria.
Esta movilización formó parte de una serie de protestas desarrolladas en toda España en defensa del derecho a una vivienda digna. En la Comunidad Valenciana, las manifestaciones se llevaron a cabo simultáneamente en las tres capitales provinciales. Asimismo, destacó la protesta en Madrid, donde Sumar mostró su discrepancia interna dentro del Gobierno al participar en la manifestación que criticó las políticas de vivienda.
Como suele ocurrir en este tipo de movilizaciones, los cánticos apuntaron principalmente hacia los políticos. En varias ocasiones, los manifestantes dirigieron sus críticas al presidente de España, Pedro Sánchez, y su vicepresidenta, Yolanda Díaz. “Sánchez y Yolanda, gobiernan para los bancos” fue uno de los lemas más repetidos. Igualmente, se calificó la actual ley de Vivienda, impulsada por el Ejecutivo actual, como “deficiente”, responsabilizando también a los especuladores que mercadean con bienes inmuebles. Además, el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, fue mencionado nuevamente con peticiones de dimisión.
En primera línea de la manifestación, sosteniendo la pancarta principal, se encontraban María José Broseta, presidenta de la Federación de Asociaciones Vecinales de Valencia, y Pablo Botero, presidente del Consell Valencià de la Joventut. Broseta expresó la urgencia del tema de la vivienda, afirmando que debería ser un derecho político, al igual que el voto. Señaló las viviendas turísticas como parte del problema, y abogó por la creación de una agencia de alquiler asequible, la puesta a disposición de viviendas vacías de la Sareb por parte del Ayuntamiento y la conversión de pisos turísticos ilegales en propiedades de alquiler para los ciudadanos de Valencia.
Por otro lado, Pablo Botero subrayó la preocupación de los jóvenes respecto al problema habitacional, pidiendo a las administraciones la implementación de medidas efectivas para mejorar la situación. Destacó que el derecho a la vivienda se ha convertido en un lujo y que tanto el Estado como los ayuntamientos deberían disponer de un conjunto de viviendas para facilitar el alquiler asequible.
Durante la protesta, se pudieron ver carteles reclamando el fin de la especulación inmobiliaria, especialmente en relación con las viviendas vacías en manos de entidades bancarias. “Ni gente sin casas ni casas sin gente” fue una de las consignas más repetidas. Otros mensajes incluían “Valencia no está en venta” y “debemos acabar con el negocio de la vivienda”. En el inicio de la marcha final, los manifestantes agitaron sus llaveros y realizaron una muixeranga que alzó una pancarta contra la especulación.
El evento transcurrió de manera pacífica, aunque algunos lemas invitaban a la desobediencia si no se observaban cambios en la situación. “Si hay casas vacías, las ocuparemos” y “o bajan los alquileres o quemaremos las calles” se escucharon con frecuencia, mostrando el descontento de ciertos grupos. A medida que la manifestación avanzaba por la calle Xátiva, se encontraron con una oficina de una organización antiokupación, a la cual dirigieron calificativos despectivos. El evento también incluyó demandas de expropiaciones para combatir la especulación con pisos vacíos y protestas contra el énfasis en el turismo como modelo económico en la Comunidad Valenciana. Además, se solicitaron huelgas para impulsar cambios en el mercado de la vivienda, tanto generales como específicas de alquileres. Por último, una imagen curiosa de la marcha fue la de varios manifestantes llevando una tienda de campaña “en alquiler” por 1.500 euros, resaltando las “maravillosas vistas”.