Varios miles de personas han pasado ya por la carpa del Circo Alaska, ubicado enfrente del Paseo Neptuno de la Playa de las Arenas de Valencia, durante los dos fines de semana de su estancia en la tercera capital de España. Los espectadores han contemplando un espectáculo que ya ha obtenido el parabién de quienes de los valencianos y convirtiéndose en la gran novedad de la Navidad de 2013.
Los Hermanos Segura, Alberto y Jesús, están satisfechos de cómo se ha recibido a su espectáculo en estos días y se han mostrado contentos de no haber defraudado tras las expectactivas. ¨ Se ha apostado por un emplazamiento con una gran aparcamiento y unas buenas comunicaciones con tranvia a pocos metros y un espacio de ocio como la Feria de Atracciones a escasa distancia en coche o andando. Hemos de ser agradecidos y dar las gracias de que en nuestra primera presencia en Valencia hayamos gustado. Esperamos que en Navidades estén con nosotros¨, comentó el jefe de pista Óscar Romero.
El Alaska, que conjuga tradición y modernidad, ha aterrizado por vez primera en tierras valencianas y lo hace por todo lo alto con el cartel de lleno en la práctica totalidad de sus funciones porque lo que han preparada se ha hecho pensado en un público exigente. Más de 1.500 personas es la capacidad de la platea y cuyos asientos quedan copados por amigos, familias y jóvenes ávidos de ver domadores, payasos, trapecistas, equilibristas y al grupo de Cantajuegos.
Ocio y restauración unidos en un mismo espacio
Los promotores de éste circo han querido impregnar a la ciudad con un nuevo concepto de carpa circense. El espectador cuando entra a sus instalaciones lo hace por una primera zona donde ya empieza a imbuirse con la Navidad y el mundo del espectáculo para entrar en la segunda dedicada al ocio y restauración.
Ésa zona es la más novedades porque al espectador le hace la espera del inicio de la función más llevadera al haber dos atracciones: una con ponys y otra con un hinchable. Las dos destacan por su limpieza; una de restauración, donde puede comprar bebidas o aperitivos y una zona de baño en donde hay fotos de la historia del circo.
Y finalmente el interior de la carpa donde tiene lugar la función y donde los artistas llevan el mundo de la ilusión a grandes y pequeños. Todo un mundo de color azul, que es el color de los asientos ergonómicos, recibe al espectador que puede ver la sesión en perfectas condiciones desde cualquier punto de vista.