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Resumen: Durante un concierto en el marco de las celebraciones del Orgullo en Murcia, la Policía obligó a la cantante Rocío Sáiz a cubrirse los pechos con una bandera arcoíris. Según denunció la cantante, los organizadores tomaron esta medida debido a la exigencia de la Policía, amenazando con detenerla si no cumplía. A pesar de ello, la cantante decidió continuar el espectáculo y, al finalizar, se quitó nuevamente la prenda. El incidente ha generado polémica y se están llevando a cabo investigaciones internas por parte de las autoridades.
Durante la celebración del Orgullo en la plaza del Cardenal Belluga de Murcia, la cantante Rocío Sáiz fue obligada por la Policía a cubrirse los pechos con una bandera arcoíris. Según denunció la cantante en su cuenta de Twitter, los organizadores del concierto tomaron esta medida debido a la exigencia de la Policía, amenazándola con detenerla si no cumplía.
La cantante relató que mientras los miembros de la organización la instaban a cubrirse, los policías los atosigaban. Sin embargo, los integrantes del colectivo LGTBI murciano No Te Prives le expresaron su apoyo y le permitieron continuar el espectáculo con dos canciones más. Al finalizar el último tema, Rocío Sáiz volvió a quitarse la prenda.
Después de vestirse y bajar las escaleras, la Policía le solicitó inmediatamente la documentación. Los organizadores y el público se posicionaron en medio de la situación. La cantante describió la presencia de no solo un policía, sino de cinco agentes. Cuando Rocío Sáiz, junto con dos compañeras, se dirigía a su camerino para recoger sus pertenencias, otros efectivos policiales se lo impidieron, a menos que hablara con el inspector. La cantante se negó a hacerlo, y calificó la acción como una coacción. A través de Twitter, manifestó que se negaba a darle la razón al policía, aunque este la amenazara.
Según el relato de Rocío Sáiz, el inspector le dijo que ella nunca había trabajado ni sabía lo que era trabajar, mientras alegaba que él sí estaba trabajando. Añadió que la cantante había alterado el orden público al quitarse la camiseta dos veces durante el espectáculo frente a niños, amparándose en el artículo 108. La vocalista consideró que fue un abuso de poder y se negó a disculparse, a pesar de la amenaza del policía de esposarla.
En su cuenta de Twitter, la cantante expresó su frustración y tristeza, mencionando que el inspector la había buscado en la calle para esposarla y que le abrirían un atestado policial.