La Real Sociedad Económica de Amigos del País de Valencia (RSEAPV) ha cedido en comodato al Ayuntamiento de Valencia la obra de José Benlliure Gil ‘Adriano de Utrech recibiendo a los líderes de las Germanías en el Palacio de los Vilaragut’, para su custodia y exhibición en el Museo de Historia de Valencia.
El comodato tiene carácter indefinido, comprometiéndose la RSEAPV mantener la cesión de la obra durante al menos 5 años. Entre otros extremos, el acuerdo contempla la gratuidad de la visita al Museo de Historia de Valencia a los socios de la RSEAPV.
La cesión constituye un hito importante en la breve trayectoria del Museo de Historia de Valencia, por cuando supone el respaldo de una entidad de enorme prestigio, como es la Económica, a la tarea realizada por el museo en los once años de existencia en pro de la divulgación y la estima de nuestro pasado y la renovación del lenguaje museístico.
La obra estará en exposición en el ágora del museo durante los próximos meses con objeto de presentarla a los visitantes, para pasar luego a su emplazamiento natural, en el ámbito dedicado a la época moderna, junto a la escenografía que explica el contexto histórico de las Germanías.
La Económica y el Museo de Historia de Valencia
La colaboración entre el Museo de Historia de Valencia y la RSEAPV se remonta a los mismos orígenes del museo, inaugurado en 2003, en cuyo proyecto se contó con el asesoramiento de diferentes miembros de la sociedad. No en vano el museo dedica un bloque de su exposición permanente a glosar el papel de la filantrópica entidad en el progreso de la ciudad y el territorio valenciano desde su fundación en 1776, impulsando la agricultura, la industria, el comercio o las artes, realizando estudios, convocando premios y promoviendo la fundación de otras instituciones económicas, cívicas o culturales, como la Caja de Ahorros y Monte de Piedad o el Conservatorio de Música —ya en el siglo XIX—, que contribuyeron a conformar y vertebrar la ciudad moderna.
En el museo se exhiben diferentes documentos propiedad de la Económica, como un sorprendente proyecto de construcción de un canal navegable desde el puerto de Cullera hasta Valencia, haciendo uso para ello del lago de la Albufera y de las acequias, elaborado por Juan Bautista La Corte en 1814. Se muestran también obras de importantes científicos del siglo XVIII, como el ‘Compendio matemático’ de Tomás Vicente Tosca o la ‘Arithmética demonstrada’, de Juan Bautista Corachán, dos de los principales representantes del movimiento de los novatores, así como otros manuales dedicados a glosar diferentes técnicas introducidas en la industria o la agricultura en dicho siglo. El lienzo ahora cedido enriquece de forma notable el fondo en depósito expuesto en el museo.
Una obra precoz de José Benlliure (1855-1935)
‘Adriano de Utrecht recibiendo a los líderes agermanados’ es una obra de un jovencísimo Benlliure, con la que el artista concursa en 1872 a la convocatoria de la Diputación de Valencia para obtener un pensionado en Roma, cuando contaba con tan sólo 17 años. Las bases del concurso establecían que el tema a desarrollar versaría sobre la historia de Valencia, muy al gusto de la época, y sería extraído por sorteo, debiendo todos los participantes ajustarse al mismo en sus composiciones. El propio Vicente Boix asesoró a los pintores sobre los detalles de la escena. Benlliure no resultó ganador de la pensión, en opinión de algunos por su notoria juventud, que fue finalmente asignada a José Mª. Fenollera. En el expediente, custodiado en el Archivo de la Diputación (ADPV. E.8.4.1. caixa 1, exp. 3), se detallan las bases, la instalación del tribunal, los ejercicios, el nombramiento del pensionado y otros detalles del proceso).
La obra pasó a manos de la Económica merced a un concurso de pintura convocado por la entidad dentro de los actos de la Feria de Julio de dicho año.
En opinión de Victoria E. Bonet, la obra denota la mano todavía insegura del joven artista, con una composición algo envarada, pero con un buen tratamiento de las cabezas, donde ya apuntaba el excelente retratista que llegaría a ser. La obra, que fue restaurada en la década de los veinte por Josep Renau, está en buen estado de conservación.
Importancia histórica de la obra
La obra representa un episodio singular acaecido en uno de los momentos más destacados de la historia de Valencia, la revuelta de las Germanías, inicialmente un conflicto de la menestralía de Valencia levantada en armas contra el desorden en los oficios y en la administración de justicia, los abusos de la nobleza y el control por la oligarquía de los cargos públicos, que acabó derivando en una verdadera guerra civil. Un conflicto que se venía larvando tiempo atrás, producto del contexto histórico que marcó el tránsito desde la edad media a los tiempos modernos en el reino de Valencia.
Durante los primeros momentos de la revuelta, los agermanados trataron de ganarse el favor del monarca, para lo cual enviaron diversas embajadas a la Corte. Carlos I, acuciado por la necesidad de acudir a Alemania para ser coronado emperador, pretendía que los diferentes estamentos del reino aceptaran su juramento de los fueros a través de un representante. Nobles y eclesiásticos se oponían a esta opción y exigían la presencia del rey en Valencia. Los líderes agermanados, conscientes de la oportunidad, mostraron una actitud más favorable al diálogo, lo que les granjeó durante un tiempo el beneplácito del monarca, quién ratificó la autorización de Fernando el Católico para armarse y organizarse en milicia para defensa de la ciudad. Vistiendo sus mejores galas, y con gran despliegue de armamento y banderas, el 26 de febrero de 1520 desfilaron los gremios por la ciudad, ante la mirada del Cardenal Adriano de Utrecht, representante del emperador. Al día siguiente, los líderes agermanados acudieron ante éste, en el palacio de los Vilaragut, a darle las gracias y a besarle las manos por la honra que les había dispensado, escena que se representa en el lienzo.
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