Los socialistas de la Serranía instan a la “unidad institucional” para reparar los daños causados por la dana en los pueblos del interior.
El secretario comarcal del PSPV, Ramiro Rivera, ha solicitado la colaboración entre las administraciones para abordar eficazmente los daños causados por la dana del pasado otoño, que afectó a diversas localidades del interior, como Titaguas, Benagéber, Chelva, Villar del Arzobispo, Tuéjar y Aras de los Olmos. Rivera enfatizó que “los pueblos necesitan el consenso y el compromiso de las entidades de ámbito superior” y abogó por que la unidad institucional se traduzca en recursos concretos que beneficien a los más afectados.
Rivera cuestionó por qué la Diputación no respaldó la enmienda presentada por el grupo socialista en el pleno provincial, que proponía que la Diputación asumiera parte del coste de reparación de infraestructuras en áreas con daños menos visibles pero igualmente relevantes para su vida diaria.
El portavoz socialista en la Diputación, Carlos Fernández Bielsa, recordó que el Gobierno de España ha invertido 16.600 millones de euros, cubriendo el 100% de los daños en las zonas más afectadas y el 50% en otras. Según Bielsa, el objetivo ahora es que “la Diputación y el Consell completen esa ayuda para asegurar que ningún ayuntamiento quede fuera del proceso de recuperación”.
Bielsa defendió la necesidad de que los municipios no sufran en solitario el coste de reconstruir infraestructuras esenciales como bibliotecas, polideportivos, parques o caminos rurales, sugiriendo seguir el modelo aplicado tras la erupción volcánica en La Palma, donde los costes se compartieron al 50% entre el gobierno central, autonómico y local.
“Proponemos un modelo justo, de corresponsabilidad y de compromiso real con nuestros pueblos”, subrayó Bielsa. Criticó que, en el pleno de la Diputación, la derecha no haya aprobado la enmienda socialista, lo que habría asegurado las ayudas a los pueblos. “Prefirieron ser escuderos de Mazón antes que defender a los vecinos de la Serranía”, denunció, destacando que el gobierno provincial parece más interesado en usar la dana como arma política que en proporcionar financiación para apoyar a las pequeñas localidades.
