La parroquia de San Vicente Mártir de Valencia cuenta con una bolsa de empleo que ha conseguido más de 800 puestos de trabajo para las personas que han solicitado su ayuda durante los cinco años que lleva en funcionamiento.
Los requisitos para participar en la bolsa de empleo son no tener trabajo, asistir a cuatro reuniones del grupo de empleo y comprometerse a colaborar activamente con la iniciativa, según publica en su último número el semanario diocesano PARAULA.
Las personas que solicitan ayuda mantienen primero una entrevista con el religioso claretiano Ángel María Sanz, impulsor de la iniciativa, que valora la situación personal para determinar la urgencia de cada caso.
Tras la primera entrevista los parados se unen al grupo para participar en las reuniones de los primeros lunes de mes en las que reciben orientaciones psicológicas. En estos encuentros una profesional de la entidad “Psicólogos son Fronteras” ayuda a los desempleados a gestionar la situación de paro, qué hacer con tanto tiempo libre, cómo organizarse y evitar depresiones o a mantenerse activos.
Asimismo, reciben los segundos lunes de cada mes charlas de formación sobre temas relacionados con el empleo, como la atención a personas mayores y dependientes para aprender a atenderlas, qué necesidades tienen, cómo interpretar los rasgos propios de cada enfermedad y también como cuidarse ellos mismos para no llevarse los problemas a casa. “Es muy importante la formación”, recalca el religioso Ángel María Sanz.
En su origen, la bolsa de empleo estaba dedicada a la atención del inmigrante pero “debido a la situación actual han aumentado notablemente las peticiones y cada vez son más los españoles que solicitan ayuda”. El perfil mayoritario de personas integrantes del grupo son mujeres que buscan trabajo en la atención de personas mayores o enfermos. En la actualidad cerca de medio centenar de parados componen los grupos de la Bolsa de Empleo.
La Bolsa de Empleo se está especializando en la atención de personas mayores dependientes, porque “es el tipo de enfermos más difícil de atender y creemos que puede tener más demanda”, asegura Ángel María Sanz. Para ello, el grupo mantiene contactos con la Conselleria de Bienestar Social, Médicos del Mundo, la ONG Movimiento por la Paz y el Centro INTEGRA que trata con enfermos de Parkinson y Alzheimer.
También colaboran con COCEMFE, la confederación de personas con discapacidad física y orgánica, que integra a más de 30 instituciones. “Vienen los lunes a la parroquia a ofrecer las charlas de formación y si necesitan cuidadores, nos llaman”, ha añadido. (Foto:AVAN)
VLC Ciudad / AVAN