Técnicos del Ayuntamiento de Valencia y representantes de la Fundación Centro de Estudios Blasco Ibáñez han consensuado un texto de acuerdo para permitir que la parte del legado del escritor que se encuentra en el Museu Valencià de la Il·lustració i la Modernitat (MuVIM) se quede en la Casa Museo en esta ciudad, sobre la que queda pendiente buscar la solución para definir la propiedad de los fondos, que se hará vía judicial o de arbitraje y cuya resolución ambas partes se comprometen a aceptar.
Así se ha acordado en una reunión mantenida entre representantes del Ayuntamiento y de la Fundación Blasco Ibáñez, según informó el secretario de la entidad cultural, Ángel López, que participó en el encuentro.
Según López, en este encuentro se ha “desbloquedado” el conflicto existente en relación con la continuidad en Valencia del legado del MuVIM, sobre el que la Fundación había iniciado contactos para trasladarlo a Madrid, y se ha entrado en una “vía de posible solución”, ya que el Ayuntamiento ha mostrado un “talante conciliador”, que permite calificar la reunión de “positiva”.
Según el texto de acuerdo consensuado, el legado del MuVIM se quedaría en la Casa Museo, en la que quedaría pendiente buscar la solución para definir de quién es la propiedad, que la Fundación considera que es suya, bien sea a través de la vía judicial o de arbitraje, y sobre cuya resolución ambas partes se comprometen a aceptar.
No obstante, el gerente de la Fundación ha recalcado que ha sido un encuentro con la parte técnica del consistorio por lo que queda pendiente la contestación política a lo consensuado en esta jornada. “A nivel técnico, está todo claro. Falta recibir el visto bueno a nivel político para concretar el texto y firmarlo”, explicó el gerente.
Ángel López ha recalcado que valoran la reunión porque ambas partes han demostrado “interés” para llegar a un acuerdo para “desbloquear” el conflicto y el consistorio “empieza a hacer caso” a la situación para permitir que el legado del escritor “se quede aquí”, que es lo que desde la Fundación “siempre habíamos querido”.
Las diferencias entorno al legado del escritor comenzaron después de que concluyera el comodato por el que el MuVIm, dependiente de la Diputación de Valencia, albergó temporalmente una parte del legado de Balsco Ibáñez.
Sobre esta parte, el centro de estudios anunció que había iniciado contactos con entidades de Madrid para trasladar los fondos a la capital de España. la Fundación pretende que se le reconozca la propiedad de todos los fondos del autor, tanto los del MuViM como los de la Casa Museo, de la que se encarga el Ayuntamiento.
VLC Ciudad/Redacción