Levante UD:Oier; Coke, Vezo, Róber Pier (Postigo, 19’ (Cabaco, 78’), Toño (Pedro López, 3’); Vukcevic, Campaña, Bardhi; Jason, Morales y Borja Mayoral.
Árbitro:Del Cerro Grande (Colegio madrileño). Amonestó, por parte del Girona, a Douglas Luiz (49’) y a los levantinistas Jason (26’) y Bardhi (49’).
Goles:1-0, min. 60: Stuani. 1-1, min. 62: Morales. 1-2, min. 86: Bardhi.
Epopeya en Montilivi. La historia se escribe a base de grandes gestas, capítulos escritos desde el corazón, la rabia bien dirigida, el amor a unos colores, el orgullo, la profesionalidad, pónganle todos los adjetivos positivos y heróicos que gusten porque todos juntos componen la pasta de la que está hecho el Levante UD, sus futbolistas, sus aficionados. La hinchada estuvo con los suyos en territorio catalán y otros miles empujaron desde la Tribuna del Ciutat de València. Sobre el césped no fue fácil pero cuando un conjunto forjado a fuego, forjado a juego, lo pone todo en el campo y está subido a lomos de la justicia poética, no cabe otra cosa que conseguir lo que anhela. Porque el levantinismo sueña más alto que todos juntos. Se puso por delante el Girona pero, cuando saltó la chispa, cuando prendió la mecha, ya daba igual. Morales, con la Valencia levantinista aupándole a hombros, cabeceó un regalo teledirigido de Pedro López desde el costado derecho y el balón besó la red. El beso de la pasión granota. Era el empate tras un gol anterior de Stuani y, casi en la recta final, Bardhi emplató la macedonia de emociones para elevar el 1-2 definitivo. El triunfo ya no se podía escapar, estaba en los libros ya escrito, con renglones ya indelebles. ¡Macho Levante UD!
El arranque del partido no fue demasiado halagüeño para los granotas. Y es que, cuando sólo habían corrido seis segundos del crono, Toño García, un auténtico cañón en sus últimas comparecencias, cayó fulminado sobre el césped tras un encontronazo con un adversario. En su lugar una inyección de galones, Pedro López, que saltó al rectángulo de juego para sustituir a su compañero. Pero su hubo que apretar los dientes en los primeros instantes del encuentro no fue sólo por esta broma macabra en forma de lesión sino también porque el Girona, que era objetivamente el más necesitado por los puntos que computaba en su casillero, quiso empotrar a los de Paco López en su área y su portería. Ahí Aitor Fernández estuvo sublime para hacerle un paradón a Stuani y otro todavía más espectacular al Choco Lozano en el minuto 6. Antes de ello Vezo ya se arrojó con todo dentro del área para cortar un avance de Portu con muy malas intenciones hacia el marco visitante y, antes del cuarto de hora, el portero levantinistas abortó otro tiro cruzado del rápido atacante murciano.
Fueron los momentos de mayor angustia para el conjunto granota, que pronto se expolsó el dominio del Girona para ponerse a jugar al fútbol, siempre con Borja Mayoral pivotando, las acometidas de Morales y la presencia de Jason en el costado derecho como principales argumentos ofensivos. El ‘Comandante’ puso a prueba a la zaga a la media hora con un sombrero a su par y una cabalgada endiablada y fue Muniesa quien cortó en el último suspiro. También gozó Bardhi de una oportunidad buena al caerle el balón en la frontal tras un saque de falta largo de Postigo pero su chut se fue desviado. Con esto y un cuadro catalán bastante expeditivo en las luchas individuales (y el segundo cambio forzado de Postigo por Róber Pier por la lesión del gallego), sonó el pito de Del Cerro Grande y el partido se tomó un respiro.
El choque fue más de tú a tú en el arranque del segundo tiempo. Si acaso, el primero que quiso poner una pica en Flandes fue el Levante UD con un zurdazo en el 46’ que no cogió portería por centímetros. El Girona también tenía cosas de decir, primero en forma de cabezazo de Choco Lozano lamiendo la escuadra. Y, poco después, el primer golpe, que lo dieron los de Eusebio. Choco Lozano se hacía hueco en el área para soltar la diestra, Aitor paraba pero Stuani fue el más rápido para coger el rechace y enviar la pelota a la red. Un nubarrón se cernía sobre la escuadra de Orriols que, sin embargo, lo arrancó del cielo de Montilivi de un zarpazo y, más exactamente, un testarazo de Morales con todo el corazón de miles de aficionados azulgrana hacia la red. El centro medido, de compás, escuadra y cartabón, fue de Pedro López. El partido regresaba al inicio y si acaso podía ser ahora el anfitrión el que acusase más el golpe.
El encuentro, que al principio se presumía de emociones fuertes, se confirmó en este sentido cuando Pere Pons cayó en el área de castigo y Del Cerro Grande señalaba el punto de penalti y, si cabe más drama, cartulina roja para Aitor Fernández. De confirmarse habría sido un directo al mentón de los de Paco López pero el colegiado se llevó la mano al pinganillo y fue a revisarlo al VAR. Las imágenes lo dejaban claro, el centrocampista rojiblanco había caído sin intercesión de ningún levantinista pero faltaba que lo confirmase el árbitro… que anuló su decisión. Seguía todo en tablas y Muniesa, tras una falta lateral, le pegaba de zurda lamiendo la madera. Era ya un combate a campo abierto sin lugar para las concesiones ni para mirar hacia atrás. En ésas, los granotas tocaron a rebato y tejieron una buena contra, que concluyó con un pase de Campaña para que Bardhi, con mucha templanza, alojase el esférico en las mallas. 1-2, éxtasis general, alegría desbordada en los más de 300 valientes de Montilivi y los miles de fieles del Ciutat de València. El Levante se confirmaba como de Primera División. Eso ya lo sabían todos y sólo había que poner la rúbrica de un grupo que tuvo sus flirteos con el peligro a lo largo del año pero que está compuesto por auténticos titanes comprometidos con lo que todos quieren: el Levante UD.
Incidencias:Montilivi. Jornada 37 de LaLiga Santander.