España se va del Mundial de Fútbol de Brasil por la puerta de atrás, habiendo recibido siete goles en tan sólo 180 minutos -había recibido tres en toda la fase de clasificación- y habiendo sido capaz de marcar un solo gol, y de penalti.
Y es que la selección española, la Roja que conocemos, no ha llegado a aparecer por Maracaná como no apareció en el primer partido contra Holanda. Y los chilenos, como entonces los tulipanes, parecían centellas que daban tres vueltas a unas tortugas de color rojo que andaban por allí.
Sin profundidad, sin dar dos pases seguidos en condiciones y, sobre todo, sin remate, la selección española no fue capaz de llegar con peligro a la portería defendida por el ya culé Bravo -se anunció el fichaje oficialmente por la tarde- y, en las dos o tres ocasiones en que se llegó, algo ocurría para que el esférico no entrara: o Bravo se lucía con un paradón, o Busquets fallaba a puerta vacía, o un grillo se cruzaba en la trayectoria del disparo para mandar la pelota a las nubes, como en dos o tres remates de cabeza de Ramos.
Del Bosque puso un once cuya toda revolución consistió en incluir a Pedro, Jordi Alba y Javi Martínez en el once, dejando a Piqué y Xavi en el banquillo. La idea era clara: más velocidad en la conducción con los dos primeros y más seguridad en defensa con el tercero. Pero no se consiguió ni una cosa ni la otra. Pedro no logró colar ni un pase dentro del área y Jordi Alba tres cuartos de lo mismo, dejando a un Diego Costa inédito.
Y entonces, Chile tuvo su segunda ocasión clara -la primera la había tenido sin más consecuencias en el minuto 2-, hilando un contragolpe por la derecha perfecto que acabó con el ex valencianista Eduardo Vargas batiendo desde cerca a Iker Casillas ante la mirada atónita de Ramos (0-1, 20’). Los fantasmas del partido contra Holanda se adueñaron del ánimo de la selección, que comenzó a sentirse eliminada con más de una hora de juego para enmendar el error.
Los hombres de Del Bosque, hundidos física y anímicamente, bajaron la intensidad en la presión mientras los de Sampaioli subían a presionar incluso a Iker. Y cuando ya se esperaba el pitido final del primer tiempo, cayó el mazazo definitivo. Tras una falta directa ejecutada por Alexis Sánchez que despejó de puños Casillas, Charles Aranguiz recuperó el rechace y marcó el segundo haciendo inútil la tímida estirada de Iker (0-2, 43’).
Koke entró en el once español tras el descanso, sustituyendo a Xabi Alonso, que tenía una tarjeta amarilla, pero Diego Costa y Sergio Busquets fallaron lo infallable y el panorama empeoró por momentos. Solo la inexistencia de un centro del campo en el conjunto chileno evitaron una debacle como la del día de Holanda. España mantenía el esférico pero la Roja sudamericana no dejaba ni un centímetro en defensa e hizo valer su ventaja en lo que a velocidad se refiere, creando peligro prácticamente en cada contragolpe. Mena falló por poco el tercero e Iniesta no tuvo puntería para recortar distancias. Además, Claudio Bravo estuvo impecable en las pocas llegadas con criterio españolas.
Con el paso de los minutos, la Roja se rindió completando una imagen desconocida en un combinado nacional, sin alma ninguna. Los chilenos pudieron aflojar antes de tiempo en su presión porque a España, sencillamente, no le salía absolutamente nada y físicamente ya hacían bastante con mantenerse en pie. Para entonces, la grada de Maracaná ya era una fiesta chilena.
El árbitro pretendió completar la humillación del conjunto español decretando seis minutos de prolongación, algo que una selección con arrojo y luchadora hubiera utilizado para comerse el césped y morir matando… Pero los de Del Bosque parecieron sufrir la noticia más que reaccionar. Hasta el seleccionador chileno se acercó al cuarto árbitro para afearle el gesto. Pero se acabó. A las primeras de cambio, habiéndose jugado apenas dos partidos, los nuestros vuelven a casa habiendo cerrado la participación española más lamentable de la Historia de los Mundiales.
El Grupo B se cerrará con un Países Bajos-Chile, el 23 de junio en Sao Paulo, que decidirá al líder de la zona. Ya eliminadas, España y Australia se despedirán del torneo en Curitiba, el mismo día, buscando la victoria del honor.
VLC Noticias | Redacción. Fotos: Getty Images / FIFA