El 15 de septiembre, Keanu Reeves recibió una visita inesperada mientras dormía. Una mujer ingresó en su casa de Los Ángeles en la madrugada. El actor se despertó al escuchar ruidos, que procedían de su biblioteca. Cuando llegó a la habitación, se encontró con la intrusa sentada en su butaca, quien le dijo que “lo quería conocer”.
Sin perder la calma, el ex de Diane Keaton tranquilizó a la admiradora conversando con ella. Sin embargo, llamó a la policía y pidió que acudiesen con rapidez. Fue arrestada y sometida a una evaluación psicológica.
Lo curioso es que Sandra Bullock, quien trabajó con Reeves en Máxima Velocidad, sufrió un episodio similar hace apenas unas semanas. Un fan obsesionado con ella irrumpió en su vivienda y apareció en la puerta de su dormitorio.
Este hombre, que posteriormente se identificó como Joshua Corbett, atesoraba fotos de la estrella y le había escrito cartas con frases como “Pensaré siempre en ti y en Louie, mi hijo”. Cuando se lo llevaba la policía, gritaba: “Sandy, lo siento. Por favor, no me denuncies”. En la casa del detenido encontraron armas de fuego.
La semana pasada se dio a conocer también que una seguidora obsesionada con el protagonista de House of Cards, Kevin Spacey, fue sentenciada a cuatro años de prisión por acosar al actor por más de dos años.