La corporación provincial edita un catálogo, editado en dos volúmenes, que reproduce a todo color casi 3.000 carteles taurinos editados entre 1831 y 2010 y custodiados en el Archivo Provincial.
La Diputación de Valencia ha reunido 200 años de toros y cultura en la publicación “Carteles taurinos. Plaza de Toros de Valencia (1831-2010)”, que ha sido presentada hoy en el salón de actos del MuVIM. El magno catálogo amplía y mejora la primera edición publicada por la institución provincial en 1993.
El acto de presentación, presidido por la diputada de Cultura de la Diputación, María Jesús Puchalt, impulsora de la edición de este catálogo, y el también diputado provincial de Asuntos Taurinos, Isidro Prieto, ha contado también con la intervención del matador de toros Luis Francisco Esplá, la diseñadora del cartel de la Feria de Fallas 2012, Paola Dominguín, el escritor y poeta Carlos Marzal y la directora del Archivo Provincial, Amparo García.
En su intervención, Puchalt ha destacado la importancia del cartel como documento gráfico testigo de la historia “que deja de ser efímero cuando se somete a un proceso bibliográfico completo, como el que han desarrollado los profesionales de nuestro archivo provincial”.
“Gracias al esfuerzo de todos ellos -ha incidido la diputada de Cultura- estos carteles han adquirido la mayoría de edad documental dejando así de pertenecer a un mundo informativamente marginal para entrar a formar parte del conocimiento social”.
Políticos, críticos taurinos, periodistas y aficionados taurinos han asistido al multitudinario acto celebrado en el MuVIM. Entre otros, destaca la asistencia del presidente del Consell Valencià de Cultura, Santiago Grisolía; la secretaria autonómica Asunción Quinzà, los concejales de Valencia Silvestre Senent, Vicente Igual y Mayren Beneyto, y la directora del IVAM, Consuelo Císcar.
Tal como ha relatado la directora del archivo, “había que buscar un denominador común para catalogar todos los carteles de manera exhaustiva y ágil para ofrecer a los lectores una descripción fiel de los documentos, que sólo tienen en común el hecho de anunciar corridas porque, por lo demás, ofrecen infinidad de variantes”.
Las primeras fichas catalogadas “las hicimos con cartulina, porque la informática aún no se había implantado en el archivo, pero siguen el mismo esquema que aún hoy utilizamos”.
En 1993, el esfuerzo del archivo provincial se tradujo en la primera edición de un catálogo que, con el tiempo, se ha convertido en un modelo de referencia para historiadores y especialistas de todo tipo y amantes del universo taurino.
La novedad más importante que incorpora el nuevo catálogo es el color en las reproducciones y que se aumentado considerablemente el tamaño de los carteles.