Todos los valencianistas se hicieron la misma pregunta tras acabar el encuentro entre las selecciones de Eslovaquia y España: ¿Qué habría pasado si Del Bosque hubiera sacado a Paco Alcácer antes? Los comentaristas de la RTVE se hacían la misma pregunta aunque no lo dijeran claro, pero sí se les hacía la boca agua con el torrentino cada vez que el esférico andaba cerca de él.
Paco Alcácer, en su debut con la camisola roja contra Francia. Foto de archivo.
El combinado español ha pasado en menos de un año de batir todos los récords habidos y por haber en positivo, a deshacerlos poco a poco. El último, no perdía un partido clasificatorio desde 2006. 25 encuentros imbatida. Eso tambiés es historia desde esta pasada noche, en que la indolencia en ataque y contención de los españoles les ha condenado en el último momento a caer ante la rápida pero cándida selección de Eslovaquia. Eso, y un Kozáčik que lo paraba todo. Hasta que salió Alcácer.
Que el esquema del seleccionador español se lo tienen aprendido hasta los eslovacos, es algo que se notó enseguida. El empecinamiento de mantener a Diego Costa y que todo el equipo juegue para él, también. Pero el hispano-brasileño sigue sin meterle gol ni al banderín de córner, y eso que lo intenta. Pero ya van seis partidos y nada. Las dianas se las deja para el Chelsea de Mourinho.
Eslovaquia hizo lo que sabe: poner el autobús en defensa y hacer correr como gamos a sus puntas. La movilidad y la calidad de Hamsik era el gran argumento eslovaco. Era un planteamiento conocido para los internacionales españoles ante el que en la primera parte se optó por el toque a pesar de ir por detrás tras el tanto de lanzamiento de falta de Kucka en el 18. Una cantada, por cierto, de las del Iker que estará reconciliándose con el Bernabéu, pero lo que es con la Roja…
El segundo tiempo fue de total acoso español intentando derribar el muro eslovaco, hasta el punto de que Del Bosque retiró a un poco fino Albiol y dejó a Piqué -otro que anda reconciliándose, pero éste sí lo hace con la Roja, o al menos eso intenta- como único central. El eléctrico Pedro ocupó su lugar buscando romper la muralla eslovaca con su rapidez, pero aunque el acoso aumentó, el portero eslovaco agrandó su ya de por sí brillante actuación, erigiéndose en la pesadilla de los Costa, Cesc, Iniesta y compañía.
Juanfran, en las pocas acciones de contraataque eslovacas, cerró bien desde la banda, una noche casi perfecta la del jugador del Atlético. Hasta que Del Bosque no pudo más que rendirse a la evidencia y llamó al jugador más en forma, a quien tenía que haber sacado antes: Paco Alcácer. Corría el minuto 70. Tan solo 12 después, el de Torrent ya le había mostrado el camino al salmantino, tras varias jugadas de ataque desmarcándose con mucha agilidad.
Quique Sánchez Flores lo veía claro: en cuanto ve que el balón cae en los pies de alguien de la Roja, ya está desmarcándose para buscar el gol. Y efectivamente, así fue. Se colocó en el centro de la zaga eslovaca para, en un centro magistral de Jordi Alba -otro’producto de la escuela che’- le cayó donde él quería, cuando ya había roto el fuera de juego y la cintura de los defensas, que se habían quedado atrás en un segundo para que Paco, cruzado y por bajo, marcara el gol del empate.
Del Bosque reaccionaba rápido. Erróneo pero rápido. Quitó a un perfecto cierre como Juanfran e hizo entrar en el campo a Cazorla para intentar llevarse el partido en ocho minutos, cuando no lo había hecho en 82. Y quitado el cierre… terminó abriéndose la puerta. En un contraataque, el único claro que tuvieron los eslovacos en toda la segunda mitad, el recién entrado Stoch culminó sin la debida oposición defensiva española -insisto, ya no estaba Juanfran- y consiguió la victoria para los centroeuropeos justo antes del final, que se colocan primeros de grupo con España segunda.
VLC Noticias | Javier Furió. Foto: VCF