El expresidente de Caja Madrid Miguel Blesa y su mano derecha, el ex director financiero de la entidad, Ildefonso Sánchez Barcoj, llegaron con antelación a la Audiencia Nacional para declarar como imputados ante el juez Fernando Andreu por el escándalo de las tarjetas opacas, causa por la que también comparecerá esta tarde Rodrigo Rato.
A unos metros, un grupo de varias decenas de preferentistas que desde primera hora de la tarde proferían gritos de “borrachos y puteros, nos roban el dinero” e “hijos de puta”, no han reconocido al exbanquero, por lo que no se han reproducido los incidentes de otras ocasiones.
Blesa ha llegado a las 13:53 horas acompañado de su abogado, Carlos Aguilar, a bordo de un todoterreno pequeño, del que se ha bajado sin mirar al nutrido grupo de periodistas que esperan en la puerta de la Audiencia Nacional.
Blesa llegó a la Audiencia en mitad de un fuerte dispositivo policial y sin que se hayan producido altercados, como los protagonizados en otras ocasiones por los afectados por las preferentes. El magistrado, que investiga la fusión y salida a Bolsa de Bankia, realizará estos interrogatorios en el marco de una pieza separada en la que persigue la utilización de estas tarjetas, a las que 83 consejeros de Caja Madrid y Bankia cargaron gastos personales por valor de 15,5 millones de euros entre los años 1999 y 2012.
Tras Barcoj y Blesa, tendrá que verse las caras con el juez el expresidente de Bankia, Rodrigo Rato, que está citado a partir de las 17:00 horas.
Según fuentes jurídicas, el fiscal Anticorrupción Alejandro Luzón no tiene previsto solicitar medidas cautelares contra los tres imputados y orientará los interrogatorios a tratar de conocer el soporte contractual que tenían las ‘tarjetas B’ y a averiguar quién diseñó este sistema de pago y quién lo supervisaba.
El representante del Ministerio Público, que sostiene que esta práctica podría constituir indiciariamente un delito de apropiación indebida y otro de administración desleal, también preguntará si Caja Madrid y Bankia hacían las retenciones correspondientes a los usuarios de las tarjetas y si el Banco de España y la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) conocían su funcionamiento.
Gastos personales
El juez Andreu, que no ha especificado los delitos que podrían atribuirse indiciariamente a los tres imputados por estos hechos, tenía previsto escuchar en primer lugar a Ildefonso Sánchez Barcoj, supuesto creador del sistema de tarjetas opacas según Bankia, que ha llegado en taxi alrededor de las 14:40 horas.
Sánchez Barcoj cargó a su ‘tarjeta B’ de Caja Madrid un total de 484.200 euros, que consignó el pasado día 10 al remitir un cheque a la Audiencia Nacional por este importe, y otros 90.879 euros que reintegró en julio a Bankia. Entre sus gastos se encuentran salidas de efectivo por valor de 135.000 euros y un viaje en las navidades de 2009 que ascendió a 16.921 euros.
El exdirector general sostuvo en un escrito remitido al juzgado que las tarjetas constituían una “asignación retributiva complementaria” que suponía “un aumento muy poco significativo” en relación con su sueldo y que estaban sustentadas por su “relación contractual” con la entidad. El imputado también argumenta que él no era responsable de las retenciones que deberían haberse practicado por estos gastos.
Después (alrededor de las 16.00 horas) comparecerá en el Juzgado Central de Instrucción número 4 Miguel Blesa, que gastó 436.700 euros con cargo a su ‘tarjeta B’ de Caja Madrid. En concreto, entre 2003 y 2010 sacó del cajero un total de 86.195 euros en efectivo y llegó a cargar 9.000 euros en un solo día en el Hotel Ritz de Madrid. También utilizó su ‘plástico B’ para abonar un viaje por valor de 12.597,27 euros, joyas de lujo por un importe superior a los 6.000 ó 1.000 más en la compra en una zapatería.
El último en declarar será el exvicepresidente del Gobierno Rodrigo Rato, que cargó 44.200 euros a Caja Madrid y 54.837 euros a Bankia, importe éste último que reingresó a la entidad. El que fuera máximo directivo de Bankia sacó un total de 16.300 euros del cajero durante los tres últimos meses que permaneció al frente de la entidad; y en febrero de 2011, coincidiendo con la fusión de la entidad y el nombramiento de sus directivos, gastó 1.849,23 euros en cuatro noches consecutivas con la referencia ‘clubs, salas de fiestas, pubs, discotecas y bares’.
El gasto más alto lo cargó el 27 de marzo de 2011, cuando destinó 3.547,19 euros a la compra de bebidas alcohólicas. También cargó el 11 de diciembre de 2010 un total de 2.439 euros en la tienda de antigüedades y objetos de arte Santarrufina, en el centro de Madrid.
Denuncia del FROB
El escándalo fue conocido después de que Bankia trasladara a su principal accionista, el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), un informe y un CD con el detalle de movimientos bancarios que este organismo trasladó a la Fiscalía Anticorrupción.
El fiscal jefe Anticorrupción, Antonio Salinas, judicializó el asunto el pasado 24 de septiembre al trasladar a la Audiencia Nacional las diligencias que había abierto a comienzos de mes por posibles delito societario de administración desleal y apropiación indebida.
El juez Fernando Andreu, que asumió estos hechos al instruir el ‘caso Bankia’, preguntó al Banco de España si conocía la existencia de estas tarjetas y le pidió que, en el marco del informe pericial que está realizando sobre las prácticas en la entidad, analice si su uso puede constituir un delito de administración desleal.
VLCNoticias|Redacción