Mantener una iluminación adecuada al tipo de trabajo aumenta la productividad hasta en un 20 % y reduce las bajas laborales, según un estudio de los científicos holandeses Wout van Bommel y Gerrit van den Belt.
El presidente del Colegio de Ópticos Optometristas de la Comunidad Valenciana, Vicente Roda, ha señalado que “la falta de luz o su mala colocación provoca que el trabajador tenga que forzar la vista, generando fatiga ocular y disminuyendo, por tanto, su productividad”.
Además, la iluminación también determina la seguridad laboral, ya que los cambios bruscos de luz o de brillos pueden cegar al trabajador, incrementando el riesgo de accidentes y aumentando las bajas laborales.
En este sentido, Roda ha recordado que “algunos accidentes laborales también se producen debido a que los trabajadores no llevan la corrección visual adecuada a sus necesidades”.
Desde el Colegio de Ópticos advierten de que los efectos sobre la visión de una mala iluminación en el trabajo van desde la fatiga ocular hasta dolores de cabeza, vista nublada o sequedad en los ojos.
Uno de los efectos más conocidos provocado por una deficiente iluminación es el Síndrome de Fatiga Visual, que afecta ya al 75% de los usuarios de ordenadores, han explicado las mismas fuentes. Sus principales síntomas son fatiga ocular, sequedad ocular, escozor, sensibilidad a la luz, visión borrosa, dolores de cabeza y dolor en el cuello, hombros o espalda.
Para evitarlo, Roda ha señalado que es fundamental que el ordenador no esté enfrente ni detrás de ventanas, que la luz del sol no dé directamente sobre los ojos o sobre la pantalla del ordenador, que no haya luces demasiado brillantes y utilizar monitores antireflejantes. Además, los ojos deben situarse a una distancia de 40 a 60 centímetros del monitor y tienen que estar por debajo de la parte superior de la pantalla”.
Los expertos recomienda utilizar luz natural, evitar las sombras, utilizar luces ajustables de forma individual, filtros para difuminar las luces del techo y evitar los cambios bruscos de luz. La luz azulada tiene un efecto activador, de alerta, mientras que la rojiza produce relajación y conviene utilizar colores claros en techos, paredes y suelos para reflejar la luz.
VLC Ciudad/Redacción.