Mientras el ‘suspense’ sobre si finalmente se celebrará o no la consulta del 9-N, algunos líderes independentistas han llegado a prometer a la comunidad musulmana la construcción de la primera mezquita en la ciudad de Barcelona sobre la antigua plaza Monumental de toros, en desuso desde que el Parlamento catalán prohibió la celebración de corridas de toros en su territorio, si votan a favor de la independencia de Cataluña.
Sin embargo, el alcalde de Barcelona, Xavier Trias, y el Grupo Balañá, dueños de La Monumental, han negado que existan negociaciones para la venta de la plaza de toros al emir de Qatar para convertirla en una gran mezquita, según informa ‘La Vanguardia’.
Ambas partes han desmentido las informaciones que aseguran que el emir de Qatar habría puesto sobre la mesa una inversión de 2.200 millones de euros para convertir el coso en la tercera mezquita más grande del mundo, después de las de La Meca y Medina. Trias ha asegurado en rueda de prensa que no les ha llegado dicha oferta al tiempo que Balañá en un escueto comunicado también ha rechazado que existan tales negociaciones. El Ayuntamiento de Barcelona “no ha recibido ningún proyecto para la construcción de una mezquita en la plaza de toros Monumental de Barcelona, ni siquiera indirectamente”.
Según informaciones previas, en su búsqueda de apoyos para el plan soberanista, el Gobierno catalán de CiU ha puesto ahora sus ojos en un colectivo muy jugoso, el inmigrante y, en particular, en la comunidad musulmana, una de la más numerosas en Cataluña. El Ejecutivo de Artur Mas pretende conseguir su respaldo concediéndoles algo que llevan años demandando.
“Construir una mezquita, no una base militar. Se trata de encontrar un centro espiritual que puedo cortar totalmente con lo que hay fuera. Yo quiero mi ambiente, donde rezar. Lo que pido no es mucho. No quiero rezar en un local comercial, porque pasan los coches”, comenta Mowafak Kanfach, fundador y presidente de la federación islámica de Cataluña.
Y es que, a pesar de constituir una auténtica ‘bofetada’ moral al vincular un supuesto ‘símbolo español’ para ganar el pulso a España de ‘la forma que sea’, lo cierto es que el voto musulmán podría ser determinante para inclinar la balanza hacia un lado u otro en la consulta soberanista. Según el estudio demográfico sobre ciudadanos musulmanes del 2013 elaborado por la Unión de Comunidades Islámicas y el Observatorio Andalusí, en Cataluña viven 465.142 musulmanes. Gráficamente puede parecer poco, pero estamos hablando de un 6% de la población y de ellos 100.121 tienen derecho a voto.
“Los musulmanes que tienen la nacionalidad española no van a apoyar la independencia si no hay una mezquita”, asegura Mowafak. Una de las opciones donde podría ser construida la mezquita es la emblemática plaza de toros de la Monumental: el proyecto ya está sobre la mesa. El emir de Catar ya ha mostrado su disposición a invertir 2.200 millones de euros para reconvertirla en un enorme centro espiritual. En cambio, la familia Balañá, propietaria del recinto y el Ayuntamiento de Barcelona no lo confirman. De llevarse a cabo, Barcelona tendría la tercera mezquita más grande del mundo, sólo por detrás de las ciudades santas de la Meca y Medina. Con un minarete de 300 metros de altura y una capacidad para albergar a unas 40.000 personas, estaría lista en el año 2020.
A día de hoy la Monumental se mantiene firme, eso sí, sin saber cuál será su futuro. Ahí no hay toros, porque en estos momentos todo depende de la decisión del Tribunal Constitucional que debe pronunciarse sobre el recurso que el PP presentó en el año 2010 contra la prohibición de las corridas de toros en Cataluña y que entró en vigor el 1 de enero del 2012. ¿Podría tener alguna conexión esta prohibición con el movimiento independentista de Cataluña?
“La realidad nos ha mostrado que el mundo de los toros no gusta en Cataluña a algunos políticos porque tiene relación con España”, explica Marilé Barceló, presidenta en funciones de la Federación de Entidades Taurinas de Cataluña.
“La política nacionalista ha sido siempre un gran enemigo de los toros, quizá porque representa algo que para ellos es español cuando aquí en Cataluña desde hace más de 600 años se han dado fiestas de toros. Pero se lo han montado de esa manera hasta que al final lo han prohibido”, comenta, por su parte, el novillero Fernando García.
Fernando García confiesa con tristeza que detrás de la propuesta de convertir la Monumental en una mezquita, al igual que pasó con la de las Arenas (ahora centro comercial) existe una forma más de acabar con el mundo de los toros.
Las Arenas fue la primera en caer; la Monumental podría correr una suerte similar. Lo que está claro es que la comunidad musulmana quiere un sitio digno donde rezar. Si finalmente lo consiguen, Barcelona dejaría de ser, tras años de lucha, la única ciudad española que no tiene mezquita.
VLC Noticias | Redacción