‘La puta enamorada’ bien vale su precio
La sala Russafa está de enhorabuena y lo celebra dando cabida en su espacio a una obra que nació hace 15 años de la mano de uno de sus actuales impulsores: el dramaturgo, director y actor Chema Cardeña. Sí, ‘La puta enamorada’ ya está en su lugar natural y próxima a su creador. Bien es verdad que la compañía Arden Producciones ya puso en pie la obra hace tres lustros pero…, no todos tuvimos la suerte de verla en su momento y mucho menos en un escenario ‘a la italiana’ como el que domina la sala.
Hoy nos llega la versión que el director Jesús Castejón lleva tiempo presentando en los teatros y festivales de toda España con un trío actoral de mucho peso. Por una lado Eva Marciel, en el papel de la célebre actriz cómica y hetaira, la ‘Calderona’ (María Calderón); Federico Aguado como el gran Diego Velázquez y Javier Collado, como el sirviente Lucio junto a la ‘Calderona’.
Como siempre, Cardeña hurga en las entrañas de la historia (de los acontecimientos y de los personajes) para dejar al descubierto la gloria y la miseria de su personajes, la verdad y la mentira que los envuelve y de cómo, el mundo que les rodea, les atenaza y les impulsa en su manifestaciones.
Se agradece una escenografía justa y equilibrada, que no secuestra los movimientos de los actores, y que juega a favor de la dramaturgia propuesta en el texto. Castejón ha tenido buen ojo para armonizar el espacio escénico con el de los personajes y las luces. Hay que destacar como un excelente acierto el baño de iluminación que recibe la ‘Calderona’ cuando se desnuda para posar en la creación del conocido cuadro de ‘La Venus de los espejos’. No parece buscar el efecto lumínico del cuadro (ya saben, como imitándolo) sino poner al descubierto el placer que provoca la ‘Calderona’ ante los ojos de pintor, del rey que la disfruta como amante y del espectador que desea atrapar la carnalidad de aquella mujer.
‘La puta enamorada’ se mueve en el entorno de las intrigas, la pasión, el arte, la traición y la dicotomía de una España atravesada de penurias y supuestas glorias. Sí la ‘Calderona’ está al servicio de un rey, Velázquez también lo está; sí la ‘Calderona’ vende su arte amatorio, Velázquez vende sus pinceles; sí la ‘Calderona’ es repudiada y por su trabajo de hetaira, Velázquez será sospechoso de ‘iluminado’ y advenedizo; sí la ‘Calderona’ engendrará un bastardo del rey, Velázquez … Sí, todo será visto y expuesto desde varias perspectivas, incluso el pícaro Lucio mostrará su rostro de paje al servicio de su señora y de monstruo alcahuete por pura supervivencia. Si de algo habla ‘La puta enamorada’ es de la supervivencia, desde el arte, desde el ejercicio de la interpretación, desde el trabajo de puta, desde el pobre pícaro, desde el status del poder… Pagar por ‘La puta enamorada’ bien vale la pena por conocer su universo de ética y moral de pura supervivencia.
Estupenda Eva Marciel en su papel de la ‘Calderona’ ganando enteros cuando la relación con Velázquez se intensifica. Aguado ofrece un Velázquez convincente y acertado, atrapado en sus propias convicciones, e intenso a partir del momento que ve la desnudez de su modelo. A destacar, y mucho, el notable trabajo de Javier Collado como Lucio que progresa vivamente y logra mostrar los matices oscuros y perversos que esconde tras su comportamiento de pillo al servicio de su señora. Vean ‘La puta enamorada’, pagarán a gusto.
El Péndulo de VLCNoticias/Jimmy Entraigües